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Si nos preguntan a dónde nos gustaría trasladarnos con una fragancia, sin duda responderemos que a casa con nuestra madre.
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Este año, para hacer aún más especial el Día de la Madre, traemos una joya olfativa que se va a convertir en el regalo perfecto para ella. Se trata de las fragancias de Issey Miyake, una oda en forma de perfumes a la naturaleza y a la feminidad.
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Hace 30 años, el perfumista Jacques Cavallier, creó L’Eau d’Issey, una fragancia que se ha convertido en icónica y en el amuleto de belleza de muchas de nosotras.
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¿La magia de L’Eau d’Issey? El Calone, que se transforma en la nota acuática y refleja el chapoteo del agua en la piel. Por otro lado, su esencia tiene su origen en la alianza de estos tres ingredientes: el loto rosa, las flores blancas y las maderas preciosas.
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Tras el éxito de su primer perfume, Issey Miyake ha lanzado L’eau d’Issey Eau&Magnolia, fragancia en la que sigue presente su pasión por el agua, que se funde a su vez con los pétalos de la magnolia.
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Su mayor secreto es el Aquozone, una molécula con una esencia muy facetada: floral y acuática, con un toque delicado a la vez que potente.
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Todos los frascos que envuelven a Eau&Magnolia están fabricados con un 20% de vidrio reciclado.
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Por otro lado, su tapón de madera de fresno es de una sola pieza. La fragancia puede presumir de ser vegana, con un 85% de componentes naturales, obtenidos en su mayoría a través de procesos responsables.
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Si todavía estás pensando en el regalo perfecto para el Día de la Madre, cualquiera de estas dos fragancias será un acierto. Un clásico de toda la vida o su nueva versión con un toque de vanguardia.