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Hay cosas que pasan de generación en generación, como las costumbres, las joyas, las prendas o, incluso, los olores. La memoria olfativa, al contrario de lo que mucha gente todavía cree, es una de las más poderosas. Con tan solo percibir un aroma, nuestra mente desempolva momentos que creíamos olvidados. Si preguntáramos a nuestras madres a dónde les gustaría trasladarse con una fragancia, la respuesta estaría entre estas: un amanecer en la playa, un jardín en plena primavera o una senda arropada por árboles. Y es que los olores que evocan a la naturaleza son unos de los más especiales.
Ahora que se acerca el 1 de mayo, si nosotras tuviéramos que contestar a esa misma pregunta, sin duda responderíamos que a casa con nuestra madre. El olor de las velas que se funden poco a poco e inundan el hogar, un tocador con maquillaje, nuestra tarta favorita recién salida del horno… Todos estos aromas llevan su sello. Y dentro de la lista de recuerdos que podemos crear junto a ella, no puede faltar un perfume. Este año, para hacer aún más especial el Día de la Madre, traemos una joya olfativa que se va a convertir en el regalo perfecto para ella. Se trata de las fragancias de Issey Miyake, una oda en forma de perfumes a la naturaleza y a la feminidad.
DESCUBRE LAS FRAGANCIAS DE ISSEY MIYAKE
Cuando descubrimos que el agua sí tenía olor
Hace 30 años, el perfumista Jacques Cavallier, plasmó en un perfume cómo era el aroma de una gota de agua al rozar la piel de una mujer. Aquí nació L’Eau d’Issey, una fragancia que se ha convertido en icónica y en el amuleto de belleza de muchas de nosotras. Pero, con esta creación, Jacques Cavallier hizo mucho más. El perfumista creó una nueva categoría olfativa: las fragancias acuáticas. ¿La magia de L’Eau d’Issey? El Calone, un ingrediente que se transforma en la nota acuática y refleja el chapoteo del agua en la piel.
Naturaleza minimalista, experiencia multisensorial
La esencia de L’Eau d’Issey tiene su origen en la alianza de estos tres ingredientes: el loto, las flores blancas y las maderas preciosas. El dúo de flores desata sensualidad, envuelta por el lirio y un ramillete de flores frescas. El punto final de esta fragancia lo coloca la madera, dejando una estela olfativa inigualable. Por último, el frasco es afilado, translúcido, cuyas formas están inspiradas en la perspectiva de la luna llena sobre la Torre Eiffel.
© Issey MiyakeNueva vida a un clásico
Tras el éxito de su primer perfume, Issey Miyake ha lanzado Eau&Magnolia. En esta nueva fragancia, sigue presente su pasión por el agua, que se funde a su vez con los pétalos de la magnolia. El encuentro de ambos elementos crea un aroma adictivo que despierta los sentidos. En esta ocasión, ha sido la perfumista Daphné Bugey la que ha dado vida al sueño hecho fragancia.
El enigma de su aroma
Su mayor secreto es el Aquozone, una molécula con una esencia muy facetada: floral y acuática, con un toque delicado a la vez que potente. La bergamota y el nerolí sostienen y suavizan el efecto de este ingrediente, mientras que la magnolia es toda una incógnita. Sus pétalos con textura aterciopelada logran plasmarse sobre la piel, sin dejar atrás ese punto más sensual. La madera de sándalo intensifica la adicción a este perfume, mientras que el ramillete de rosas perfila los toques más femeninos de la fragancia.
“Más que un compromiso, una evidencia”
Como afirman sus creadores, un perfume que nace de la naturaleza, no podía eludirse de su compromiso con ella. El frasco que envuelve a L’eau d’Issey Eau&Magnolia está fabricado con un 20% de vidrio reciclado. Asimismo, este vidrio se encarga de proteger al perfume, ya que contiene un revestimiento anti-UV más ecológico. Por otro lado, su tapón de madera de fresno es de una sola pieza. Este formato evita pasos extra en la cadena de montaje que consumen mucha energía. Finalmente, la base de su esencia, sus ingredientes. La fragancia puede presumir de ser vegana, con un 85% de componentes naturales, obtenidos en su mayoría a través de procesos responsables. Como curiosidad, su ingrediente estrella, el Aquozone, procede del suprarreciclaje.
Los perfumes esenciales en su tocador y nuestro neceser
Ambas fragancias comparten un diseño minimalista y atemporal, que dejan atrás las tendencias y se centran en su propia esencia. Cuando salió L’Eau d’Issey, marcó un punto de inflexión en comparación con el resto de las fragancias del momento. Ahora, con el lanzamiento de Eau&Magnolia, el diseño puro y sencillo se mantiene, con la novedad del tapón en madera. Asimismo, este dúo de perfumes también es fiel al reflejo del agua como aroma principal, alentados por las notas de fondo amaderadas y con destellos florales. Sin embargo, mientras que L’Eau d’Issey mantiene al agua como origen y esencia, Eau&Magnolia acentúa la magnolia como protagonista. Este tándem se ha convertido en un indispensable en cualquier rutina de belleza.
© Issey MiyakeEste perfume fue un descubrimiento que muchas mujeres siguen guardando bajo su tocador 30 años después. Si todavía estás pensando en el regalo perfecto para el Día de la Madre, cualquiera de estas dos fragancias será un acierto. Un clásico de toda la vida o su nueva versión con un toque de vanguardia. Y si no te decides, recuerda que cada perfume esconde una historia detrás, y este día puede ser el momento perfecto para que comencéis dos a la par.
