Después de las vacaciones muchos expertos avisan de un aumento en los niveles de estrés y ansiedad tras la incorporación a la rutina. El deporte se convierte en una solución efectiva para liberar tensiones y, de paso, ponerse en forma tras excesos veraniegos, sin embargo, existe otra disciplina que cada vez practican más celebrities con la que centrarse en el momento presente y sentirse mejor: la meditación. Gisele Bündchen lleva tiempo insistiendo en los beneficios de este hábito que le ha ayudado a superar algunos de los momentos más desafiantes de su vida y ahora es Cristina Pedroche quien asegura que, desde que reserva un momento todos los días para desconectar de los problemas, ha llegado a ser una mejor persona. La presentadora acaba de revelar desde cuándo medita y algunos de los cambios que ha notado desde entonces.
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Treinta y dos horas y veintiséis minutos: este es el tiempo que ha pasado Cristina Pedroche meditando desde que descubriera las propiedades de este acto de retrospección hace siete meses. "Me encanta que la meditación ya sea parte de mi rutina diaria. Me hace ser más paciente, vivir más el presente y ser mejor persona", ha revelado la madrileña en sus redes sobre un hábito que ha demostrado sus beneficios a nivel mental para combatir el estrés y cultivar la felicidad. "Vivimos anticipádonos constantemente al futuro, preocupándonos por lo que pueda pasar y arrastrando la losa del pasado. Eso es un ‘sinvivir’. Tenemos que aprender a relajarnos para ser más felices y por supuesto más sanos. Hay muchos trucos. Recapacitar durante tan solo unos minutos nos puede aportar muchas cosas. La meditación es uno de los secretos del bienestar", asegura Lidia Hernández, experta en medicina tradicional china y terapeuta del The Organic Spa de la madrileña calle Lagasca.
En su experiencia, Cristina explica que, desde que comenzó a meditar, notó que cambiaba a un nivel interno: "Sentí que había conectado con algo especial, con el tiempo me he dado cuenta de que conecté conmigo misma". Fue entonces cuando la presentadora se tomó sus sesiones más en serio: "Al principio me ponía alarmas para no olvidarme, sobre todo los fines de semana. Ahora ya me lo pide el cuerpo (y la mente)". Como confesión a sus fans, reconoce que "no siempre las sesiones salen bien, algunas veces me mueven tanto que hasta lloro, pero con todas aprendo algo". Con el tiempo, comparte que lo más importante que ha aprendido es a vivir el aquí y el ahora: "El poder de la mente es brutal y el único tiempo verbal que existe es el presente, (el pasado ya no volverá y el futuro nunca se sabe)".
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Como ayuda para incorporar este hábito antiestrés en tu día a día, Lidia Hernández propone un método fácil para iniciados: "Prueba a experimentar con algo tan involuntario como tu respiración, algo consciente. Haz respiraciones profundas, inspirando y expirando en serenidad. Llevarás más oxígeno a todas las partes de tu cuerpo y sin remedio tu mente y cuerpo no se podrán resistir a bajar las revoluciones, ayudándote a rendir más y mejor". Otra manera consiste en "llevar la mente a los detalles más pequeños de nuestro quehacer diario (desde prestar atención al olor del champú mientras te duchas, por ejemplo, o a redescubrir tu ciudad como si fueses turista), para que no se vaya a modo automático y se entregue al pensamiento en bucle, a la ‘cháchara mental'", explica la especialista. El objetivo a medio o largo plazo consiste en conseguir lo mismo que Cristina Pedroche, que la meditación se convierta en un hábito diario.