Hoy es una de las mujeres más poderosas del mundo, pero hubo un tiempo en el que Kim Kardashian era prácticamente una desconocida. Antes de que, en octubre de 2007, se estrenara el reality Keeping Up With The Kardashians, la que hoy es una de las empresarias más ricas del mundo y la más influyente del mundo digital, vivía casi en el anonimato, rodeada, eso sí, de todo tipo de lujos y personalidades como Paris Hilton, su mejor amiga. En aquella época, Kim trataba de hacerse un nombre en la industria de la moda, posando para reportajes fotográficos. Más de una década después, ha rescatado una de las instantáneas de esos años que sirve para comprobar cuánto ha cambiado su imagen en este tiempo.
Junto a sus hermanas, Kim Kardashian transformó el canon de belleza a favor de las curvas (extremas), el contouring marcadísimo y las melenas larguísimas conseguidas a golpe de extensiones. Sin embargo, la más famosa del "Klan" no siempre tuvo esta estética tan marcada, como hemos podido gracias a una de sus últimas publicaciones. En esta foto, que pertenece a su primera sesión, como ha indicado, la reina mundial de las redes (no solo supera los 245 millones de seguidores, sino que las utiliza de forma magistral para sus negocios) aparece con un body dorado que recuerda a uno de los looks más famosos que llevó Madonna a principios de los 90. Aunque la prenda marca las curvas de Kim, su cuerpo era más natural que e que tiene actualmente, igual que su pelo -corto y rizado- y su maquillaje, sin rastro de countouring.
Unas medias semitransparentes -prenda que ahora nunca lleva- y sandalias de tacón completan este estilismo disco que los fans de Kim han aplaudido con likes y corazones. Incluso su madre, Kris Jenner, ha comentado muy cariñosa: "eres una monada ?", escribe la mujer que, según se dice, convirtió a sus hijas en las poderosísimas empresarias e influencers que son hoy; unas mujeres con la estética más reconocible del mundo cuyas raíces ya estaban presentes hace 15 años.