Durante este último año se ha hablado mucho del ayuno intermitente. Se trata de un hábito que el ser humano ha practicado a lo largo de toda su historia, sin embargo, ahora se ha puesto más de moda que nunca. Elsa Pataky, Scarlett Johansson, Jennifer Aniston, Gwyneth Paltrow, Reese Witherspoon o Gisele Bündchen son algunas de las celebrities que se han apuntado a esta técnica que, según algunos estudios, tiene muchos beneficios al organismo, aunque los expertos insisten en la importancia de ponerse en manos de los profesionales si queremos incorporar el ayuno en nuestro día a día. Una de las preguntas más frecuentes sobre el ayuno es el tiempo exacto que debemos estar sin comer, ya que en la mayoría de los casos implica empezar el día con el estómago vacío. En el caso de las personas que entrenan por la mañana estas dudas son aún mayores, ya que ¿realmente es bueno hacer deporte en ayunas? Una de las seguidoras de esta práctica es Paula Echevarría, que ha publicado un vídeo en el que aparece caminando en la cinta junto al mensaje: "Lunes, 9h30, en ayunas y con @juanjotrainer. ¡Qué bien empieza la semana! Eso sin mencionar las tres tomas de la noche".
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"Las investigaciones sobre el impacto del ayuno en la práctica deportiva comenzaron a desarrollarse para mejorar el rendimiento de deportistas de élite, sobre todo en deportes de resistencia como el ciclismo o el triatlón. Se comprobó que podía mejorar el rendimiento y que aumentaba la quema de grasas, pero esto no quiere decir que sea una práctica para todo el mundo y que si queremos perder unos kilos la fórmula para conseguirlo sea entrenar en ayunas", nos cuenta
En su opinión, es una práctica para personas que llevan tiempo entrenando y que ya tienen cierta forma física: "Si comenzamos a entrenar por las mañanas, sobre todo deportes de alta intensidad o con cierto nivel de exigencia, sin haber ingerido alimentos desde el día anterior podemos aumentar la sensación de fatiga o marearnos durante el entrenamiento". Según Tsimkas, lo más importante es "escuchar a nuestro cuerpo". "Puede que haya quien se sienta pesado entrenando después de desayunar o quien no pueda entrenar sin haber comido algo. Lo ideal es ingerir un alimento que nos de energía como un plátano o un porridge de avena, más o menos una hora antes de entrenar. Nos dará energía y nos ayudará a rendir mejor. También es fundamental estar hidratado, hay que beber agua antes del entrenamiento", explica
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Jorge Herraz, director de clases colectivas en David Lloyd Aravaca, recuerda que todavía no hay suficientes estudios que puedan afirmar de manera rotunda si es bueno o malo entrenar en ayunas. "Es cierto que, como conclusión general, se podría decir que mientras en tu cuerpo tengas los nutrientes necesarios para realizar el entrenamiento que quieres, no tendría por qué suponer un problema", nos cuenta, añadiendo que: "Si tienes las reservas de glucógeno lo suficientemente cargadas y tu cuerpo va a saber utilizarlas bien, en general no va a haber ningún problema en este tipo de entrenamientos si has hecho una cena correcta el día anterior. Pero también hay otros enfoques, a lo mejor quieres entrenar en ayunas para enseñar a tu cuerpo a tener un metabolismo más flexible y utilizar antes la reserva de grasa".
"Todo depende de las personas, algunas entrenan perfectamente en ayunas y hay otras que no. Va en función de cada uno, no se puede generalizar ni estipular si es bueno o malo", insiste Javier González, entrenador y director de JG Fitness Coaching. "Últimamente hay mucha bibliografía que demuestra que disponemos de energía suficiente para entrenar sin haber tomado nada. En mi caso particular, siempre creí que no podía entrenar en ayunas porque me parecía que me faltaba energía, pero lo hice varias veces y, de un tiempo a esta parte, he pasado a entrenar en ayunas ya que no noto diferencia. Al final, se trata de probar y ver qué le viene mejor a cada persona. De cualquier forma, lo que no recomiendo es que el desayuno sea abundante. Con un café, una pieza de fruta o una pequeña tostada bastaría. En caso contrario, nuestro estómago estará trabajando mientras hacemos ejercicio con el consiguiente malestar y sensación de pesadez", explica.
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Por último, Sara Ampuero, técnica en dietética y nutrición y tecnóloga de alimentos para Naturadika, coincide con todos ellos en que "cada persona es diferente, cada cuerpo y organismo responde de forma distinta", por eso, cree que se deberían hacer algunas puntualizaciones:
1) Comer 60 o 90 minutos antes del entrenamiento (como hacen muchos) podría no ser de todo útil para el entrenamiento, ya que se tardan unas tres horas aproximadamente en hacer la digestión. Así que lo que se coma no se podrá utilizar durante el entreno.
2) En realidad, lo que podríamos tener es menos energía para realizar el entrenamiento, ya que el cuerpo necesitará energía para hacer la digestión.
3) Lo que es más interesante es la flexibilidad metabólica de las personas: cuanto más metabólicamente flexibles somos más energía dispondremos de los ácidos y se tendrá mayor resistencia al ejercicio.
4) El ayuno puede ser un buen método para entrenar la flexibilidad metabólica (y en ayuno se tendrán menos azúcares en sangre y se podrá utilizar la grasa como combustible), sin embargo, esto sirve para los que están acostumbrados al ayuno. Es decir, no es recomendable empezar a hacer el ayuno y meterse en una clase intensa. Y sobre todo, si una persona no está acostumbrada a entrenar en ayunas, tiene que asegurarse (aún más de lo normal) de que esté bien hidratada y tener una buena mineralización