Laura Sánchez ha cumplido 40 años -el pasado 29 de mayo- y ha decidido entrar en esta nueva década con un cambio radical de look. En las páginas del último número de ¡HOLA! la modelo onubense posa tan espectacular como siempre y presumiendo de canas. Harta de ir cada catorce días a la peluquería para retocarse el tinte, la también actriz decidió que era hora de dejar de ser esclava de su imagen y sumarse a esta liberadora corriente de mujeres que se niegan a que las canas sean sinónimo de edad avanzada.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
“Mi madre, mi hija y mi marido estaban en contra, pero quiero reivindicar la cana. No la podemos asociar a la vejez. Hay que cambiar esa visión social: si tienes una buena piel, buena actitud y te sientes joven, el pelo blanco puede ser un plus”, confiesa Laura en ¡HOLA!.
Para su gran cambio, la modelo tomó como referencia a una de las mujeres jóvenes de pelo plateado más inspiradoras: Sarah Harris . La editora de la edición británica de Vogue, que ha reconocido que con dieciséis años ya tenía canas, hizo de su temprana melena gris no solo una seña de identidad, sino también el mejor ejemplo de que llevar el pelo cano no tiene por qué hacerte parecer descuidada, ni mayor.
Harris no deja de sorprenderse cuando muchas mujeres le preguntan por su pelo en Instagram, pensando que es teñido. Actualmente, la británica es uno de los principales iconos del g ranny hair (literalmente pelo de abuela, pero preferimos la opción pelo canoso o plateado), una tendencia a la que se han rendido cada vez más mujeres, independientemente de su edad.
Tampoco el status pone límites a una revolución que ha llegado incluso a los salones reales. Hace ya dos años que la Reina Letizia comenzó a mostrar sus canas. Siempre innovadora con su imagen, en especial con sus peinados y cortes de pelo, la esposa de Felipe VI dijo adiós a las mechas balayage y a los tonos miel para apostar por un castaño oscuro mucho más natural, dejando que las canas asomaran en su melena sin ningún tipo de complejo.
Otra royal que ha declarado la guerra al tinte es Carolina de Mónaco . A sus 64 años, sigue siendo una de las mujeres más admiradas del mundo por su elegancia y estilo. Sin embargo, tras años de ocultar sus raíces blancas, en noviembre del año pasado, y en una fecha tan señalada como el Día Nacional de Mónaco, la princesa apareció con sus primeras canas asomando bajo una diadema trenzada de color negro que resaltaba aún más su cabello grisáceo.
Entre las actrices esta moda tampoco conoce fronteras. Si en España, hace tiempo que Ángela Molina , una de nuestras intérpretes con más estilo y personalidad, dejó que los mechones blancos afloraran en su larga melena, en Hollywood cada vez son más las estrellas que han desterrado el tinte de sus rutinas beauty. Algunas más veteranas, como Jane Fonda, Helen Mirren, Jamie Lee Curtis o Andie MacDowell. Otras de menos edad, como Jodie Foster, Sarah Jessica Parker o Katie Holmes reivindican esta nueva corriente de belleza libre de prejuicios.
Está claro, las canas están de moda. No hay más que echar un vistazo al mayor termómetro de la popularidad en la actualidad, Instagram, donde proliferan las cuentas que ensalzan la tendencia granny hair. También mujeres como Grece Ghanem, entrenadora personal en Montreal, o la modelo Tera O’Hara, por citar solo a algunas, se han convertido en influencers que acumulan miles de seguidores pese a haber cumplido ya los 50 y muestran con orgullo sus cuidadas cabelleras blancas.