Si has notado últimamente que después de peinarte la melena el cepillo queda oculto por una maraña de pelo, la primera vez te habrá sorprendido, la segunda vez te habrás preocupado y la tercera te habrás puesto de los nervios. Porque seguramente también has vivido ese momento escalofriante que se produce justo tras ducharte, cuando, como sin darte cuenta, te quedas mirando el rastro de cabellos que atasca el desagüe, sí sí, es tu pelo. Aterrador. Pero tranquila, es normal, nos pasa a casi todas.
Conozcamos primero la 'raíz' del problema.
El pelo es una parte fundamental de nuestro aspecto porque enmarca las facciones y dice mucho de nosotras. Cuando está sano y bonito nos sentimos orgullosas de él, nos proporciona seguridad en nosotras mismas y por tanto nos hace ser más felices, por eso es fácil de entender que su pérdida signifique un drama para la mayoría. El cabello posee una estructura queratínica que es la que le aporta fuerza y resistencia. Para que esa queratina se sintetice es necesario un aporte cualitativo de micronutrientes y en este proceso el zinc y las vitaminas, sobre todo las del grupo B, son vitales. Cuando existe una acusada carencia de ellas se interrumpe la producción de queratina y el resultado puede conducir a la caída del cabello.
Si, pero ¿por qué se me cae el pelo así, de repente?
Las causas pueden ser variadísimas: desde el estrés diario y la contaminación ambiental a una modificación en los hábitos alimenticios, circunstancias hormonales, aparatos de cosmética capilar mal empleados, el cambio de estación, una dieta exprés que nos sienta mal... Veamos qué hay de cierto en los factores sospechosos de causar trastornos capilares como la alopecia femenina.
1. El uso de productos agresivos y las costumbres dañinas.
Entre las agresiones más comunes que dedicamos a nuestro pelo sin darnos cuenta siquiera están el uso de coleteros de goma o los peinados excesivamente tirantes, nadie lo diría ¿verdad? Pues esos gestos inocentes pueden dañar las fibras capilares y acabar provocando su debilitamiento e, incluso, su posterior caída. Del mismo modo, debemos evitar el uso de champús, fijadores, ceras, espumas y otros productos de peinado con fórmulas químicas agresivas. Muchas veces desconocemos el tipo de tinte que nos aplican en el salón de belleza, conviene interesarse por sus ingredientes y escoger los que estén libres de productos químicos nocivos. Porque algunas fórmulas, utilizadas a través de los años, hacen un flaco favor a nuestro pelo, aunque el color que se obtenga con ellas sea tan ideal.
2. Los cambios de estación
Durante la primavera y el otoño, es decir, durante los cambios de estación meteorológica, tanto hombres como mujeres sufren alteraciones en forma de alergias, afecciones en la piel y variaciones en el cabello. La modificación de nuestro reloj biológico, derivada de la cantidad de horas de luz de los días (más tiempo de luz en verano y menos en invierno), influye directamente en nuestra regeneración capilar. En primavera y otoño se nos cae más el pelo porque el cabello está en plena renovación y seguramente también se note más delgado y débil. Pero hay que tener presente que es un proceso natural, no hay que asustarse, aunque podamos perder entre 200 y 400 pelos diarios, porque el cabello se está regenerando y reactivando, poniéndose al día.
3. La utilización de fuentes de calor directo: los secadores y planchas.
El cabello está expuesto día tras día a multitud de agresiones externas desde la contaminación a los rayos del sol, pero el enemigo número uno son las fuentes de calor directas que inciden negativamente en su salud estética y vital. Sí, el pelo puede llegar a "quemarse" con algunos aparatos como los potentes secadores de mano que mantenemos muy cerca del cuero cabelludo; las planchas de pelo para alisarlo de baja calidad, que no llevan protectores adecuados; los cepillos eléctricos mal utilizados; moldeadores, rizadores, cepillos térmicos giratorios, tenacillas. Para utilizar estos artefactos hay que adquirir primero cierta práctica porque si no se utilizan correctamente bien puede suceder que lo que hoy es un peinado chulísimo mañana se convierta en un auténtico desastre capilar.
4. El embarazo, la menopausia, la pubertad: los cambios en la vida femenina
Todos los ciclos de la vida (pubertad, embarazo, menopausia) nos hacen sentir cambios en el organismo. Y eso se debe a que durante estos periodos de tiempo sufrimos alteraciones hormonales muy incómodas para algunas personas o que pasan inadvertidas para otras. Es tan natural como la vida misma. Cuando el nivel hormonal se desequilibra se originan problemas como, por ejemplo, y entre otros muchos, la caída del cabello y el adelgazamiento de este. Con el embarazo, el nivel de estrógenos aumenta y con él el ciclo de vida del cabello. Ahora bien, una vez que ya has dado a luz, el nivel de estrógenos vuelve a caer y da la impresión de que se pierde más pelo de lo debido, pero suele ser así, es una fase de regulararización que dura algunos meses hasta que todo vuelve a la normalidad en la mayoría de los casos.
5. Una alimentación inadecuada: tabaco, alcohol, desórdenes alimentarios.
Aunque mimemos nuestro pelo con mil y un productos para darle brillo, espesura y nobleza si no disfrutamos de una buena alimentación con los nutrientes diarios adecuados, si nos obstinamos en seguir fumando o consumir más alcohol del recomendable, o sometemos a nuestro cuerpo a una severa dieta exprés, estas decisiones nada saludables van a hacer mella en la belleza del cabello. A medida que el organismo se va "intoxicando", el pelo se debilita, se vuelve más fino, se desvitaliza y va perdiendo fuerza hasta que se cae. Al fin y al cabo, tanto el alcohol como el tabaco son altamente nocivos para el organismo... Y para tu pelo y tu piel también.
Los nutricosméticos: la solución a la caída del cabello
En absolutamente todos los casos que hemos revisado, un suplemento alimenticio multivitamínico constituye una ayuda extraordinaria para combatir la pérdida de cabello. Cuando el pelo se vuelve más fino y pierde su brillo y textura un buen cóctel de nutrientes esenciales le viene de maravilla. Y el veterano laboratorio Phyto con su tratamiento Phytophanere es todo un referente en la lucha contra la caída del cabello o alopecia femenina. Su fórmula pionera fortificante con micronutrientes esenciales y extractos de plantas vegetales estimulantes es tan eficaz que permanece intacta desde hace 4 décadas. Fíjate bien: dos cápsulas al día, tomadas con un gran vaso de agua por la mañana, proporcionan al cabello todos los nutrientes esenciales que necesita para reforzar su crecimiento, frenar su caída y fortalecerlo.
Los ingredientes naturales de una solución natural
El multivitamínico Phytophanere contiene vitaminas del grupo B (B2, B5, B6, B8), C y E; una buena dosis de zinc, excelente antioxidante que estimula la producción de queratina, protege contra el estrés oxidativo y el envejecimiento del bulbo capilar; aceites naturales como el de borraja, de germen de trigo, de pescados grasos, que suministran los ácidos grasos insaturados indispensables para el equilibrio celular y su metabolismo; y extractos naturales ricos en vitaminas y minerales (levadura de cerveza, extracto de salvado de arroz, de acerola). Un tándem perfecto in&out podría ser la ingesta de estas nutricápsulas vitamínicas combinado con el Champú Fortificante Vitalidad de uso diario de la misma línea Phytophanere, de Phyto.