Máxima de Holanda se mantiene en forma a base de mucho deporte y unos hábitos de vida muy saludables, que también ha contagiado a sus tres hijas, las princesas Amalia, de 17 años; Alexia, de 15; y Arianne, de 14. Siempre la vemos elegantemente vestida, con tocado, joyas impresionantes y altos tacones, pero la reina también es una fan de la ropa de deporte.
Viene de una familia, donde el ejercicio físico, ha estado muy presente, y, al igual que su marido, no hay actividad que se le resista. Por ello, en tiempos de pandemia, la Familia Real también ha encontrado la manera de seguir entrenando, aunque cambiando las rutinas.
“Estaban deseando volver a ver a sus amigos”
Así lo confesó la Reina durante la reciente inauguración de los Juegos del Rey en la escuela primaria De Vlinderslag. “El deporte también fue un desafío para nosotros”, dijo. “Era un problema que nuestras hijas no pudieran jugar al hockey. Pero lo abordamos juntos. Gracias a que tenemos medios digitales, pudimos seguir los entrenamientos con aplicaciones, aunque, de vez en cuando con cierta desgana”.
“Salir con los perros, mantener la mente en blanco, disfrutar de la naturaleza y respirar aire puro...”
Las apps multiplataforma las ayudaron durante algunos meses, aunque, como aseguró la Reina, “en cuanto se permitieron nuevamente los deportes de equipo, corrieron al campo de hockey… Estaban deseando volver a ver a sus amigos“.
Asimismo, sobre los meses de confinamiento que pasaron en el palacio Huis ten Bosch, Máxima dijo que había extrañado especialmente el contacto con la gente. “Hacer Zoom durante todo el año es diferente a estrechar manos y hombros...”. Pero que, ahora, también había podido recuperar algunas de las actividades que tanto había echado de menos. Entre ellas, el jogging y las caminatas junto a sus tres labradores negros Skipper, Nala, y Luna (hija de Nala). “Salir con los perros, mantener la mente en blanco, disfrutar de la naturaleza y respirar aire puro”, dijo.
Máxima, al igual que otras reinas, está para apoyar al Soberano, para lidiar con su propia agenda, ahora centrada en la crisis sanitaria, pero también para dar soporte a sus hijas. Desde los problemas de la adolescencia, a los estudios, pasando también por las aficiones, los hábitos de alimentación y el deporte.
“Es importante moverse. Hacemos ejercicio para mantenernos saludables”
“Nado y juego al tenis con las chicas, y mis desplazamientos los hago en bicicleta”, contaba a NOS Jeugdjournaal en una entrevista en la que el Rey también apuntaba que “es importante moverse. Hacemos ejercicio para mantenernos saludables”.
Guillermo Alejandro I -miembro del COI desde 1998 hasta 2013, cuando fue coronado Rey- es otro deportista nato y siempre presume de Máxima. Y como ejemplo, el día en el que la reina participó en la Amsterdam Ciy Swim, una competición benéfica de natación en aguas del canal de Amsterdam. “Estoy inmensamente orgulloso de mi esposa, es una auténtica deportista de élite”, declaraba.
“Yo también practico kickboxing”
En el palacio Huis ten Bosch (La casa del bosque) ubicado en un complejo de 9.000 metros, cuentan con gimnasio -el Rey usa mucho la cinta de correr y el ergómetro, para entrenar a remo- spa, piscina, pista de tenis e impresionantes jardines, pero a la soberana de los Países Bajos también le gusta jugar al golf, patinar y montar a caballo con sus hijas y con su marido, Sin olvidar el esquí, también en familia -todos son magníficos esquiadores-; y el kickboxing. La Soberana se lo contó en un almuerzo (diciembre de 2018) al campeón de kickboxing, Rico Verhoeven: “Yo también practico kickboxing”.