Lo tiene claro, la vocación de ayudar está intrínseca en ella. Mónica Fuster quiere que su paso por este mundo quede latente gracias a su espíritu solidario. Cuenta con un perfil en Instagram donde comparte sus trucos beauty y está estudiando Psicología con el objetivo de hacer todo lo posible para mejorar la vida de aquellos que lo necesiten. Hablamos con ella para conocer de cerca a esta joven filántropa.
-Mónica, hemos visto que eres experta en belleza, ¿de dónde te viene esa pasión?
-Estoy empezando y me queda mucho por aprender, pero es algo que me apasiona. Desde siempre he sido un poco insegura con el tema de la piel y los granitos, ahí empecé a meterme mucho en este mundo y me ha encantado.
“Montips empezó en la cuarentena. Decidí abrir una cuenta para mis amigas porque siempre me preguntaban por mis productos y, después, decidí hacerla pública”
-¿Por qué decidiste abrir una cuenta especializada en trucos de estilo de vida?
-Montips empezó en la cuarentena, decidí abrir una cuenta para mis amigas que siempre me preguntaban por mis cosméticos y después decidí hacerla pública. Ahora estoy trabajando para sacar mis propios productos de belleza, un proyecto al que le he puesto mucho esfuerzo.
-¿Qué opinan tus padres de tu faceta de influencer? ¿Ellos te piden consejo?
-A mi padre nunca le ha gustado salir en las redes, pero nos reímos mucho en casa hablando de mi cuenta. Sin embargo, mi madre y yo ahora compartimos muchos consejos de redes sociales, ya que ella tiene su línea de ropa, Mon&Pau. Es divertido poder tener esta complicidad con ella.
“Decidí estudiar psicología porque en mi casa siempre se ha hablado mucho de este tema y, desde que recuerdo, mis amigas cuentan conmigo para todos sus problemas. Ayudar a los demás, me hace sentirme bien conmigo misma”
-Lo compaginas con tus estudios en Psicología, ¿por qué decidiste estudiar esa carrera?
-En mi casa siempre se ha hablado mucho de la psicología y, desde que recuerdo, mis amigas cuentan conmigo para todos sus problemas. Ayudar a los demás y que sientan confianza me hace sentirme bien conmigo misma.
-¿Cómo está siendo la experiencia?
-Por ahora, estoy encantada. El cambio de Madrid a Pamplona ha sido una oportunidad enorme para crecer como persona. Partiendo de eso, el año que viene voy a hacer un año sabático por Asia, África y Australia, ayudando a los más necesitados y retándome todos los días para mejorar como persona y para tener los pies más en la tierra.
“Sé que quiero acabar mi carrera y dedicarme a algo relacionado con la psicología o alguna ONG por alguna parte del mundo y vivir para dar a los demás”
-Cuando termines, ¿en qué te quieres especializar?
-No lo tengo muy claro, pero sé que quiero dedicarme a algo relacionado con la psicología o alguna ONG por alguna parte del mundo y vivir para dar a los demás.
-¿Has conseguido aplicar tus conocimientos?
-Yo creo que sí. He aprendido que más gente de la que te crees está pasando por cosas que no sabes y, a lo mejor, ni lo entiendes, y que hay que ser empáticos y tolerantes en esta vida.
-La nutrición también forma parte de tu vida, ¿cómo comenzó este interés?
-Creo que es una de las claves para una vida saludable y feliz. Además, en lo poco que llevo de carrera, he llegado a entender cómo lo que comes afecta a tu cerebro; la alimentación va más allá de lo físico.
“Con mis estudios he aprendido que más gente de la que crees está pasando por cosas que ni imaginas, por ello hay que ser empáticos y tolerantes en esta vida”
-Y, una experta en consejos… ¿qué consejos ha recibido?
-Muchos, demasiados para contarlos. Uno de los que más tengo en cuenta es saber diferenciar tu vida privada de la pública. Y saber en quién confiar, ya que mucha gente solo está en las buenas, pero no se queda en las malas.
-¿Dónde te gustaría verte en unos años?
-Quiero estar en temas de voluntariado u ONG, y no solo detrás de las pantallas, sino con mi presencia, hacer todo lo posible para ayudar en lo que se necesite. Ojalá, cuando termine la carrera de Psicología, pueda usar esos conocimientos para sacar a la gente adelante.