A medida que pasan los años, percibimos que nuestra vista va perdiendo cualidades poco a poco. Empezamos a notar que necesitamos más luz para realizar algunas tareas o que tenemos que alejar los objetos para poder enfocarlos bien. Son los síntomas de un problema visual que se conoce como presbicia o vista cansada y que, debido al envejecimiento de la población, cada vez afecta a más españoles. Según los estudios realizados por Clínica Baviera en 2020, alrededor del 62% de los españoles mayores de 40 años la padece. A pesar de que pueda resultar un problema muy común, esto no quiere decir que haya que restarle importancia. Por ello, hemos hablado con los expertos de Clínica Baviera para que nos informen sobre la presbicia, los síntomas más comunes, saber si se puede prevenir y cómo se puede tratar.
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1. ¿Qué es la presbicia y por qué aparece?
La presbicia, comúnmente conocida como “vista cansada”, consiste en el empeoramiento progresivo de la capacidad de los ojos para enfocar. Aunque no se considera una enfermedad, sí que la podemos definir como una condición fisiológica muy frecuente. Se da por una debilitación del cristalino en el ojo y suele venir acompañada del envejecimiento. Con el paso del tiempo, nuestro cristalino, que actúa como el zoom de una cámara ajustándose a las distancias, envejece y pierde elasticidad. De esta forma, pierde también la capacidad de enfoque.
Normalmente aparece en ambos ojos de forma simultánea, pero no siempre es así. En algunas ocasiones, se pueden dar diferencias de dioptría entre un ojo y otro, al igual que en otros problemas oculares como el astigmatismo.
2. ¿Cómo puedo saber si padezco presbicia?
Este defecto se puede confundir fácilmente con la fatiga visual, pues algunos de los síntomas son similares. No obstante, la fatiga aparece como consecuencia de realizar un esfuerzo visual prolongado en un mismo foco, como por ejemplo una pantalla. De esta forma, los efectos de la fatiga visual desaparecen con el reposo, pero los de la presbicia persisten y se van incrementando con los años. Los síntomas más frecuentes de esta condición fisiológica son:
- Sensación de falta de luz cuando se lee: a pesar de que pueda haber una buena iluminación, una persona que padece presbicia sentirá que es insuficiente para actividades cotidianas como la lectura (especialmente letra pequeña), esta sensación se suele incrementar cuando estamos cansados o cuando nos acabamos de despertar.
- Dolores de cabeza: este síntoma es el más común ante cualquier defecto visual, pero en este caso se produce por el esfuerzo de más que realiza el ojo.
- Cansancio visual: como consecuencia del sobreesfuerzo de la vista, los ojos se cansan más rápido y crea sensación de pesadez.
- Necesidad de alejar los objetos para verlos mejor: este acto reflejo es muy habitual, especialmente cuando empezamos con los primeros síntomas. Las primeras veces funciona, pero a la larga se hace indispensable el uso de gafas.
- Mala adaptación visual a cambios en la distancia de lejos-cerca: se da cuando nos resulta difícil hacer un cambio de enfoque. Por ejemplo, si estamos viendo la televisión e intentamos focalizar la vista en un objeto más cercano, como el mando a distancia.
3. ¿Está relacionado el aumento del uso de dispositivos tecnológicos con este defecto visual?
Técnicamente, la presbicia no está directamente relacionada con el uso de tecnologías y de focalizar la vista en pantallas. Lo que sí que es cierto es que el uso de estos dispositivos implica que usemos más nuestra vista cercana y menos la lejana, con lo que podemos percibir antes los síntomas.
4. ¿Se puede prevenir?
La presbicia no se puede prevenir, ya que no se trata de una enfermedad sino de una condición fisiológica. No obstante, sí que existen métodos para corregirla y que, dado el momento, afecte lo menos posible a nuestra rutina. El método más común es el uso de gafas y/o lentillas, pero también se pueden realizar operaciones quirúrgicas.
5. ¿Cómo sé si me puedo operar y cuáles son las ventajas?
Si sientes que los síntomas de este defecto visual cada vez son más persistentes, desde Clínica Baviera se encargan de hacer una consulta oftalmológica completa. De esta forma, se aseguran de que las condiciones previas son las adecuadas y que el paciente es candidato a la operación.
La técnica quirúrgica más habitual para corregir la presbicia es la cirugía de cristalino, gracias a la cual se sustituye el cristalino envejecido por una lente multifocal que hará su función de enfoque. Esta intervención es sencilla, ya que se realiza de manera ambulatoria y con anestesia en gotas, y aporta mucha comodidad a los pacientes pues evitan tener que depender de las gafas constantemente, especialmente en actividades que requieren de una vista cercana como el uso del móvil o la lectura. Además, con esta operación se pueden tratar otros problemas oculares como la miopía, el astigmatismo y se previene la aparición de cataratas en el futuro.