Primero, fue solo el after shave . Y si picaba cual fuego sobre la piel, mejor (craso error, por cierto: el picar ha de acabar…). Poco a poco, los hombres descubrieron que la crema también era una gran aliada. Y es que, ¿cómo negar que una hidratante ayuda no solo a verse, sino también a sentirse mejor, con la piel más confortable y cómoda? Y es que, si bien es cierto que la piel masculina es más gruesa, más grasa y envejece más tarde (ventajas de tener más colágeno), no por ello es inmune al paso del tiempo.
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Light, por favor
No nos referimos ni a los refrescos ni a la mayonesa, sino a las texturas de la cosmética para hombre. Debido a una presencia más que generosa de glándulas sebáceas, la piel masculina es más grasa que la femenina, lo cual es fantástico para retrasar la aparición de arrugas, pero también supone más brillos, así como mayor riesgo de granos y/o impurezas. Por eso, los productos made for him tienen una gran cantidad de activos para ser supereficaces, pero siempre dentro de texturas más ligeras y sin grasa.
Aun así, en caso de que los poros del área en torno a la nariz tendieran a estar más hermosos y rechonchos de lo deseado, es mejor no aplicar crema en esa zona. En cambio, les sentará de maravilla una generosa capa de mascarilla de arcilla solo allí donde los poros tiendan al descontrol: dos o tres veces por semana, basta con aplicarla únicamente en las áreas que requieran control de grasa durante diez minutos para ver cómo la piel mejora y se matifica de forma gradual.
Poros abiertos: productos de camuflaje
Piel grasa=poros visibles. ¿Cómo disimularlos de forma inmediata? Con un primer o prebase específica para camuflarlos: contienen polímeros que matifican y “rellenan” esos poros para dar un aspecto más unificado y limpio a la tez. Son productos como Step 1 Primer Pore Minimizer, de Make Up For Ever; The POREfessional, de Benefit, o el tratamiento corrector de poros Pore Minimizer Supertips, de Guerlain: basta una gota de producto solo donde hace falta –generalmente, en torno a la nariz– para ver el efecto de “borrado” inmediato y una piel más lisa.
Sérums: ya iba siendo hora
Les ha costado. Sí, a los caballeros les ha costado abrazar la deliciosa, ligera y fácil de usar textura de los sérums, pero… quien avisa no es traidor: una vez que los descubran, no los soltarán. El momento ideal de uso es tras el afeitado, cuando la piel estará especialmente receptiva, o bien tras la ducha, que es el momento ideal para limpiar el rostro (¡pero únicamente con una limpiadora específica para rostro y sin jabón, nada de tirar del gel de ducha!).
Fragancias
Productos para el contorno: cuanto antes, mejor
Estimados señores: es posible que piensen que basta con aplicar la crema del rostro alrededor de los ojos para estar ideales, pero… nuestra más sincera recomendación es que le dediquen a la mirada un producto específico. Entre los favoritos masculinos están aquellos con aplicador metálico, como Force Supreme Eye Architect Serum, de Biotherm Homme, que, guardado en la nevera, resulta fabuloso para reducir y drenar bolsas.
‘Maquillaje’ para ellos, el arte del trampantojo
Porque a nadie le gusta verse con mala cara, esta nueva generación de productos aporta buena cara al instante.
Corrector de ojeras
Los correctores específicos para ellos son sencillos de usar, requieren poca maña en su aplicación y son de resultado exprés. Uno de los clásicos es Concealer For Men, de Tom Ford (en centros seleccionados de El Corte Inglés), y entre los más nuevos están Boy, de Chanel, Le Correcteur (en barra y ocho tonos), el corrector Mister Instant, de Givenchy (formato lápiz con pincel, fórmula fluida), y Targeted Pencil Concealer, de Shiseido Men, en formato lápiz, muy sencillo de usar. En todos los casos, lo importante es que la piel esté bien hidratada antes de aplicarlo y no extenderlo en exceso, sino presionarlo suavemente contra la piel.
Domar las cejas
Por mucho que abunden los chicos de cejas supertuneadas en algunos programas de la tele, a los hombres no les sienta bien que se les vaya la pinza –¡de depilar!–. Lo que no significa que no deban eliminar los pelillos del entrecejo ni darles forma. Para eso, son idóneos los geles sin color: primero se peinan y cepillan las cejas y luego se fijan con productos transparentes como Brow Gel, de Anastasia Beverly Hills, o los geles fijadores de cejas de Sephora Collection o de Sensilis.
Cuidado facial
Crema con color
La aplicación de la clásica base de maquillaje en hombres suele tener malos resultados, especialmente en la zona de la barba. Pero ¿quiere eso decir que deban renunciar a ese toque “buena cara” que da un ligero velo de color? No necesariamente. Una buena opción son las cremas con color, que, más que aportar tono, lo que hacen es unificarlo. Son productos como BB Tinted Moisturizer, de Lab Series –con protección solar–, Boy, de Chanel Le Teint (fluido con color en seis tonos) o el primer Mister Healthy Glow Gel, de Givenchy. Todos tienen en común ser muy ligeros, aportar solo un velo de color y ser indetectables. En caso de llevar camisa clara con corbata, es preferible, por precaución, no llegar al cuello para no manchar la tela y dejar rastro, y aplicar el producto solo en el área central del rostro, a toques ligeros, para unificar un poco las zonas que necesitan un poco de cobertura.
Autobronceador facial
Usar bien –pero bien, bien– un autobronceador no es fácil. Requiere tiempo, cuidado y ser muy cuidadoso en la aplicación. Sin embargo, las fórmulas graduales son ¡a prueba de inexpertos y novatos! Productos como St. Tropez Gradual Tan Everyday Face Cream o las gotas Addition Concentré Eclat de Clarins (se añaden a la crema habitual) van proporcionando un color dorado tan sutil como gradual y se aplican con facilidad. Eso sí, siempre hay que lavarse bien las palmas de las manos, con agua y jabón, tras extenderlos, para evitar que queden restos de color.