Hoy en día no hace falta dormir con una pinza de colgar la ropa en la punta de la nariz como hacía Amy en Mujercitas para conseguir que este rasgo parezca más pequeño, desde que Kim Kardashian rescatara al contouring del olvido y lo convirtiera en la técnica de moda, se puede transformar el rostro a voluntad si se sabe cómo utilizar el maquillaje. Y es que, aunque el maquillador de la mujer de Kanye West vaticinara que este 2020 la naturalidad iba a ser la norma o Victoria Beckham asegurara que nunca apostaría por esta tendencia, el arte de estilizar el rostro mediante un juego estratégico de luces y sombras sobrevive temporada tras temporada. La última en revelar que lo utiliza es Chrissy Teigen, pues la modelo acaba de publicar una imagen de su nariz antes de difuminar los trazos de maquillaje con los que se estrecha al máximo esta parte de la cara.
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"¡Belleza natural!", bromea la estadounidense haciendo gala de su característico sentido del humor mientras enseña el tipo de maquillaje con el que consigue afinar sus rasgos. A través de esta captura, Chrissy revela cuáles son los lugares exactos en los que hay que aplicar los colores claros y dónde los más oscuros: a lo largo de toda la nariz, la modelo traza una vertical con un corrector dos o tres tonos más claros que su piel que viaja desde la zona del entrecejo hasta la punta; por el contrario, las tonalidades marrón intenso se aplican en los laterales y bajan desde la esquina interior de la ceja hasta la base misma de la nariz. En cuanto a la fórmula que utiliza, la modelo prima las cremas frente al polvo, un truco profesional con el que el acabado parece más natural.
Aunque esta es una técnica que debe adaptarse a cada persona en concreto para conseguir resultados a medida, los trazos que ha dibujado Teigen suelen funcionar con muchos tipos de narices diferentes porque el objetivo que la gran mayoría busca al esculpir este rasgo es que parezca más estrecho. Eso sí, aunque dominar este juego de claroscuros es importante, lo verdaderamente fundamental para que el acabado sea lo más natural posible pasa por difuminar bien los distintos productos. Para conseguirlo, siempre se debe trabajar primero sobre el tono más claro y dejar el oscuro para el final.
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Como alternativa, los expertos del centro Germaine de Capuccini Goya hablan de la técnica hermana en la que se busca un acabado radiante y menos artificial: "Ya habrás oído hablar del contouring pero, ¿sabes lo que es el strobing? La primera es una técnica de maquillaje que combina tonos oscuros y claros para conseguir moldear y estilizar las facciones del rostro. La segunda es más natural, permite mediante la aplicación de brillos en zonas estratégicas un rostro más jugoso, con luz y un aspecto más joven". Para todas aquellas que quieran conseguir el efecto óptico de una nariz estilizada con esta segunda opción, la clave consiste en trazar una vertical fina en el centro con un iluminador en polvo o en crema, para terminar, se dibuja un pequeño círculo justo en la punta para centrar la atención en estas zonas.