¿Es posible parar el tiempo? Hay celebridades que nos hacen creer que sí. Jennifer Lopez o Halle Berry le han dado un significado nuevo a la cincuentena. Las tres tienen algo en común: sus seguidores no creen que tengan la edad que dicen cumplir. Es algo a lo que la actriz británica Elizabeth Hurley, también está acostumbrada. Desde el cambio de dígito no hay ocasión en la que sus fans no duden sobre su fecha de nacimiento. A medida que pasan sus cumpleaños, tenemos que darles la razón. Si comparamos una foto de los comienzos de su carrera con una imagen reciente, apenas ha cambiado físicamente. La última prueba de ello ha sido un #throwback, una publicación pasada, que ha compartido en su perfil este viernes, en el que aparece disfrutando de una playa tropical, presumiendo de tipazo en bikini.
- A sus 54 años, Elizabeth Hurley vuelve a enloquecer a sus fans con una foto en bikini
En el vídeo -que lleva cientos de miles de reproducciones y 'me gusta'-, la actriz aparece llevando uno de los diseños de su firma Elizabeth Hurley Beach, el modelo Aquamarine (a la venta por 202 euros) mientras afirma que ese momento ya se habría convertido en una memoria muy lejana. "Apenas me acuerdo de cuando chapoteaba en las aguas turquesas", ha afirmado la maniquí como pie del simpático clip en el que aparece dándose un chapuzón en un enclave paradisíaco, como todos los que escoge para las sesiones de fotos de su moda baño.
¿El secreto? En el agua
"Dios mío, estás increíble", "55 años, maravilloso", "Tú nunca envejeces" o "Tienes el cuerpo perfecto", son algunos de los comentarios que se pueden leer debajo de su publicación. Y la verdad es que no es de extrañar que luzca un aspecto tan radiante si tenemos en cuenta la rutina de la actriz. La hidratación es uno de los factores clave, ya que empieza el día con dos tazas de agua templada, declaró al diario británico Daily Mail. De la misma forma, y a modo de recordatorio, una botella le acompaña a lo largo del día y no se va a la cama sin dejarse a mano un vaso para beber constantemente, desde que se levanta hasta que se acuesta, lo que beneficia no solo a la piel sino que ayuda a que el organismo elimine toxinas.
Nada de dietas
Más que un plan estricto, lo que hace la actriz es procurar comer equilibrado y lo menos procesado posible. Liz huye de dietas y de alimentos procesados o con adictivos, prefiere apostar por productos locales, aunque implique dedicarle más tiempo al cocinado. Tampoco falta en su alimentación un sinfín de verduras, grasas (la mantequilla de cacahuete es su favorita) proteínas y fruta. Y, ¿su secreto para cuando tiene ganas de picotear? Un plato de sopa: rico y nutritivo. Aunque también es verdad que mantenerse activa le resulta de gran ayuda. Además del pilates o el yoga, dos disciplinas que practica, es difícil que pase sentada mucho tiempo.