Haciendo un llamamiento al optimismo, Ana Guerra ha propuesto a sus fans que le cuenten qué están sacando en positivo de estos días aislados. En su caso, la cantante canaria ha dicho que está aprovechando para hablar con gente con la que no hablaba desde hace tiempo, para trabajar la paciencia, aprender al piano... y, además, asegura que ha notado un gran cambio beauty: "Tengo la piel y el pelo mejor que nunca". ¿A ti también te pasa? Hemos preguntado a varios expertos cuáles son los motivos principales por los que estamos notando estos cambios y todo tiene una explicación más que lógica: al no salir de casa, no estamos expuestos a la contaminación y al sol, tenemos menos estrés y hemos dejado de maquillarnos tanto y de utilizar herramientas que estropean el cabello.
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"Estamos acostumbrados al ritmo frenético de la vida, a poder hacer de todo y no tener tiempo para nada, aunque a veces esto no es tan beneficioso para nuestra mente ni nuestro cuerpo. El estrés, el cansancio y la vida en la ciudad afectan de forma negativa a nuestro organismo, y eso se refleja especialmente en la piel y en el cabello", dice Marinesa Meca, Responsable de Formación de Laboratorios SVR. "Por tanto, este tiempo de cuarentena también traerá efectos muy positivos para nosotros, que se reflejarán en nuestro exterior, gracias al descanso físico y mental que nos ha sido impuesto y que también debemos aprovechar. Muchos seguimos trabajando (la mayoría desde casa), pero nos hemos quitado de encima los atascos, las colas, los viajes... en definitiva, el estrés de la vida normal", añade la experta de SVR que tiene claros cuáles son los principales beneficios: mejorará el equilibrio hormonal y la circulación, reduciendo la inflamación de la piel, lo que hará que desaparezcan las alergias, las irritaciones, los eczemas, el acné y los signos de fatiga como las bolsas y las ojeras. También evitarás la caída del cabello provocada por el estrés, y lo notarás más fuerte, más brillante y con más vitalidad".
Lo mismo opinan desde el
PIEL RADIANTE
Al estar estas semanas en casa, "hemos reducido drásticamente esta exposición a los factores que más nos dañan y disparan los niveles de estrés de la piel. Sin saberlo, la estamos protegiendo y la estamos calmando", apunta
Tenemos más tiempo y lo empleamos para darnos un extra de mimos que normalmente no nos damos por falta de tiempo. "Podemos aplicarnos mascarillas, aceites hidratantes y sérums faciales para proporcionar todos los activos esenciales a nuestra piel y cabello. Además, el dejar a un lado los productos de maquillaje sin duda favorece al estado de la piel, puesto que dejamos respirar a los poros", dice
"Es normal que la piel esté mejor, porque estamos más descansados. No nos sometemos al estrés diario, la contaminación, sitios cerrados sin ventilación y ritmo del día a día, que no ayuda a relajar nuestro sistema que al final hace que la piel esté más sensible", apunta la experta en estética y salud Natividad Lorenzo. Sin embargo, es importante tener en cuenta lo que nos ha explicado Marina Marañón, Farmacéutica y Formadora Pierre Fabre Academy. "Esto que estamos comentando en casos es cierto y en otros no. Por ejemplo, en personas con problemas de dermatitis o psoriasis, lo están pasando peor, ya que la falta de aire y sol, les perjudica". "Por otro lado hay personas que en esta situación tan excepcional están atravesando un momento mayor de estrés lo que desencadena en un un aumento de la formación de grasa en el rostro y en el cabello, apelmazándose más, más granitos... e incluso picores que normalmente no tenían".
PELO MÁS FUERTE Y SANO
El peluquero Alberto Cerdán lo explica bien claro: "La exposición del cabello en un espacio libre, sufre. Los factores externos, como la contaminación y los rayos del sol, hacen que pierda fuerza, además de que e estrés y los nervios que sufrimos por nuestro trabajo o rutinas muy estrictas, también se ve reflejado en nuestro pelo. Por eso, si nos quedamos en casa gana vitalidad e iluminación". ¿Por qué? "Al no tener todos estos factores externos, el cabello tiende a ensuciarse menos, por lo que podemos alargar el tiempo entre lavado y lavado". Además, también influye el menor uso del secador, la plancha, el cepillo… "Materiales que utilizamos diariamente pero que, cuando nos quedamos en casa, no usamos todo los días, sino dos o tres veces por semana".
Actualmente se habla mucho del cabello 'estresado', un pelo debilitado, que se encrespa fácilmente y se cae mucho más. "Este estrés que generamos en el pelo surge del ritmo de vida acelerado, de la contaminación, la falta de sueño, una mala alimentación... Es importante saber que todo lo que afecta a la piel, perjudica también al cabello", puntualiza Rogelaine Tomé da Costa, coach de imagen. "Al estar en casa, nuestro organismo lo detecta como una zona de confort donde relajarse y donde poder descansar. Dormimos más, llevamos un ritmo de vida más pausado e incluso cuidamos mejor la alimentación. Estos tres factores, junto a la limitación de la exposición solar y de la contaminación, influyen a que el cabello tome un aspecto más sano, fuerte y bonito".
Por último, tal y como nos cuenta la farmacéutica Mar Sieira, creadora de la firma cosmética Sarah Becquer, también nos estamos beneficiando de otras rutinas que hemos cambiado en nuestro día a día. "Comemos sano y más despacio. Se acabaron las comidas rápidas, y nos da tiempo a preparar comida rica y saludable", y es probable que estemos bebiendo más agua, zumos saludables y otros líquidos, como infusiones que, además de hidratarnos, nos ayudan a mantener el vientre plano y a eliminar líquidos retenidos. En su opinión, uno de los factores clave es que estamos menos expuestos a contaminantes externos. "Especialmente aquellas personas que vivimos en las ciudades, nos vemos expuestas cada día a los humos de las ciudades, y a la cantidad de emisiones que nos rodean. Como han disminuido drásticamente su nivel en nuestra vida, nuestra piel y nuestro pelo (y también nuestros pulmones) respiran un aire más limpio", explica Mar, que nos recuerda que esto se traduce en una mejora del aporte de oxígeno a los tejidos, por eso tenemos un rostro más luminoso; disminuye la generación de radicales libres que favorecen la aparición de arrugas y falta de firmeza; y, al pasar más tiempo en casa, el cuero cabelludo respira mejor, ya que está menos expuesto a los agentes medioambientales.