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El 2012 fue su año. Ganó un Premio Goya como mejor actriz revelación y la Concha de Plata a la mejor actriz en el Festival de San Sebastián por su papel en Blancanieves, la adaptación española del clásico dirigida por Pablo Bergel. Pero Macarena García piensa que, aunque hubo trabajo duro y probablemente eso que en otros artes se conoce como “tener duende”, también tuvo suerte, la de estar en el momento adecuado en el lugar preciso, “la de hacer un casting con Pablo Bergel y que justo busquen a alguien como yo, con mi edad... Supongo que es una combinación de cosas”, nos explica la actriz. Ahora mismo continua inmersa en el rodaje de La otra mirada, la serie de Televisión Española en la que da vida a Manuela, la directora de una academia de señorita en Sevilla, en los años 20. También buscando cursos que le permitan seguir avanzando porque si algo tiene claro es que está en un momento de crecimiento y debe aprovecharlo.
“Me encantaría ser de estas actrices que han trabajado siempre, a veces en cosas más grandes, a veces más pequeñas, pero que han estado ahí. Ojalá tenga la suerte de cumplirlo y de poder elegir trabajos en los que creo”, continua y nos explica que, aunque piensa que el físico es importante, ella no quiere que la elijan por eso, sino por lo que pueda aportar como actriz. Aun así, asegura que siempre ha pensado que sentirse cómodo y feliz con uno mismo, no solo es sano, sino que se trasmite y se refleja, volviéndonos más bellos. Aunque siempre hay trucos. Tal vez por eso ha decidido unirse al reto Advanced Génifique de Lancôme.
La firma cosmética ha añadido un nuevo capítulo a su historia revelando uno de los secretos mejor guardados de su icónico serum. Entre los ingredientes que han formado parte de su fórmula desde las primeras etapas de su desarrollo nunca han faltado las fracciones de probióticos por sus innumerables beneficios revitalizantes para la piel. El resultado es un producto que ha ayudado a conseguir el reto más difícil: que las mujeres amen su piel tengan la edad que tengan. Porque la belleza, en verdad, no entiende de edades, solo de seguridad y confianza en una misma.
Macarena nos explica que, aunque es un poco despistada, desde hace ya algún tiempo trata de cuidarse. Practica deporte con su madre, que es profesora de pilates y gimnasia, y trata de comer sano “no por mantenerme más o menos delgada, sino porque todo lo que introduces en el cuerpo se queda dentro, así que hay que cuidarlo. Todos los días me limpio bien el rostro, me aplico serum, cremitas…”. Pero si algo tiene claro es que para ella ese futuro brillante pasa por seguir la estela de actrices a las que admira, como Penélope Cruz -a la que sigue desde que era una niña-, Elena Anaya, Ángela Molina o Adriana Ozores. “Estoy trabajando por ser la actriz que siempre he soñado ser”, añade.
Hay algo más en ese futuro que Macarena, a sus treinta, quiere que llegue y que se cumpla. Y es un sueño que, en realidad, poco tiene que ver con su carrera como actriz. “Me gustaría trabajar en una ONG. Es algo que tengo dentro de mi desde pequeña y creo que terminaré haciendo. Hace un año estuve en África, con niñas que habían huido de la mutilación genital. Y realmente te aportan más ellas porque tienen una alegría que es increíble. Puede sonar a cliché, pero te hace recordar qué es lo importante de la vida”, reflexiona. Y poco a poco se hace el silencio mientras sonríe también con la mirada.
Agradecimientos: Dirección de vídeo: Daniel Flores. Fotografías: Fernando Junco. Estilismo: Blanca Unzueta e Isabel Ottino. Prendas: camiseta azul, de American Vintage; leggings, de Oysho; y cojín, de Nirodha.
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