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Kim Kardashian es la reina del selfie y uno de los rostros más seguidos por expertos de estilo de las publicaciones especializadas de todo el mundo. Sus atrevidos looks, sus cambios de imagen o sus trucos de belleza acumulan titulares, que son seguidos por millones de personas. No deja indiferente y hace de su perfil de Instagram su pasarela particular, donde fue capaz hasta de generar un movimiento viral que acabaría llenando las calles de clones de la propia Kim, con motivo de la campaña de lanzamiento de lo nuevo de Yeezy.
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Precisamente en su perfil en esta red social, la socialité publicó, hace ahora dos años, una imagen que generó un gran revuelo. Protagonizaba, junto a su hermana Kourtney, un retrato en el que ambas posaban con pelucas a lo Bettie Page y un 'beauty look' de aire gótico. Sus marcados labios oscuros (tono Kourt K de la colección de Kylie Cosmetics) y sus atuendos de látex negro no pasaron desapercibidos para sus millones de seguidores, quienes se preguntaron, en aquel momento, por el motivo de tan impactante imagen. Si embargo, nadie aportó explicación alguna.
Ahora, mucho tiempo después, se ha desvelado por fin la razón que había detrás de esta escena. Hace unos días, un fan de la estrella de la telerrealidad preguntaba a la propia Kim qué había pasado con aquel 'shooting'. "Realmente me encantaba esa onda gótica", añadía en un comentario al que adjuntaba la misteriosa imagen. Ha sido la propia Kim la encargada de desvelar el secreto: "Iba a ser nuestra felicitación navideña con la familia al completo, pero al final fue una fotografía de los niños". Mason, North, Penélope y Baby Reign fueron, finalmente, los protagonistas de la especial tarjeta del clan Kardashian aquel año, dado que consideraron que la idea inicial era demasiado gótica para la Navidad.
Este año, sin embargo, su esperada felicitación llegó en forma de calendario de adviento, con 25 imágenes captadas por el fotógrafo Eli Russell Linnetz. Las cuatro generaciones del clan Kardashian posaron frente a su objetivo, con un fondo blanco y vestidos con vaqueros y camisetas blancas. Sin duda, un giro mucho más natural y fresco que la propuesta casi vampírica de 2015.