La escoliosis es una alteración de la columna vertebral que se observa como una curvatura lateral en la misma. La mayoría de la población tiene una curvatura inferior o igual al 5%, lo cual no se considera patológico y para considerarlo así debe superar esta cifra. De esta forma, existen numerosos grados de escoliosis que nos llevarán a poder realizar una vida normal (con ciertas pautas a seguir) o bien llegar a tener que realizar una operación para mejorarlo.
Las causas suelen ser genéticas: bien por nacimiento o en muchos casos son personas que nacen con una descompensación en sus miembros inferiores que lleva a la columna a compensarse sola modificando su curvatura hasta llegar incluso a forma de “C” o de “S”. También puede ocurrir que debido a una mala higiene postural y hábitos incorrectos nuestra columna sufra modificaciones en este sentido. Esta curvatura hace que los músculos que rodean y estabilizan la columna estén en constante tensión y se contractaren, provocando una tensión desigual que además agrava el problema.
Muchos médicos contraindican el ejercicio y siempre es necesario consultar cada caso, pero en muchas ocasiones (que no sean extremos) el ejercicio va a ayudar a fortalecer todos los músculos que intervienen en su estabilización y mejorar algunas consecuencias, incluso evitar que vaya a más.
Por lo tanto, mi recomendación es:
- Fortalecer la espalda: siempre con ayuda de algún profesional que evalúe cada caso. Es necesario fortalecer el lado convexo y relajar el cóncavo de la curva.
- La natación: evita la sobrecarga muscular por la ingravidez del agua, mientras que fortalecemos la espalda. Los estilos más recomendables son el crol y la espalda para mantener la columna recta.
- Pilates: fortalece el core y nos ayuda a reeducar nuestra postura. Estas prácticas de Pilates en vídeo te ayudarán para comenzar:
- Espalda sana con pilates (I)
- Espalda sana con pilates (II)
- Espalda sana con pilates (y III)
- Corrige tu postura con pilates (I)
- Corrige tu postura con pilates (II)
- Corrige tu postura con pilates (y III)
- Cuidar nuestra higiene postural: evitaremos crear curvatura lumbar al realizar ejercicios, no trabajar con pesos muy elevados ni subirlos por encima de nuestra cabeza, precaución con los ejercicios que se realizan unilateralmente ya que pueden favorecer la descompensación y ayudarse siempre de la acción facilitadora del abdomen. Lee: Las claves para mantener una postura correcta
- Evitar ejercicios de alto impacto, pesos muy elevados, ejercicios con posiciones complicadas, etcétera.
- Asesoramiento profesional: siempre se debe consultar al médico como primer paso y después comenzar unas pautas de entrenamiento con un profesional (entrenador personal, por ejemplo). Lee: Cómo puede ayudarte una entrenador personal