¿Eres fan de las pelucas como Kylie Jenner? Así es cómo debes cuidarlas
Si como a la hermana de Kim Kardashian, a ti también te gusta cambiar de 'look' apostando por pelucas, toma nota de los cuidados básicos que debes seguir para mantenerlas en buen estado.
La pequeña de las Kardashian-Jenner es toda una aficionada a los cambios de look. Lejos de maltratar su cabello natural con diferentes tintes y decoloraciones, Kylie Jenner apuesta por una opción más rápida y efectiva: la peluca. Más allá de la concepción carnavalesca que tenemos de este complemento, las pelucas, tanto de cabello sintético como de pelo natural, son un recurso perfecto para aquellas mujeres que por determinados problemas de salud han perdido su melena o la tienen poco poblada, así como una alternativa para probar con diferentes tonalidades y cortes sin tener que pasar por la peluquería. Para que los resultados sean perfectos no solo debes aprender a colocarla de forma correcta sino que es fundamental que aprendas a cuidarla y mantenerla en buen estado para que dure más tiempo. Toma nota de estos puntos básicos y presume siempre de pelazo.
Tu peluca siempre perfecta
Lo primero que no puede faltar en tu casa en un soporte para pelucas, esto ayudará a que mantenga su forma y se conserve en mejor estado. Una vez tengas claro esto llegamos al punto más importante del proceso: la limpieza. Ten en cuenta que por mucho que se trate de una opción de cabello natural no será necesario lavarla a diario ya que al no ir unido al cuero cabelludo no tendrá la grasa propia que este desprende. La frecuencia de lavado variará en función de las veces que la uses, pero será suficiente con que lo hagas una vez a la semana si la usas con frecuencia o una cada dos semanas si es poco. Utilizar los productos adecuados es fundamental para alargar la vida de tu peluca. Evita aquellos que contengan siliconas, pero si tienes dudas lo mejor que puedes hacer es acudir a un especialista para que te recomiende determinados champús y mascarillas.
Es muy importante que antes de lavarla desenredes el cabello. Debes hacerlo con mucho cuidado empezando por las puntas y subiendo hacia arriba. Cepíllala siempre sobre la base en lugar de hacerlo directamente sobre la cabeza, el resultado será mucho mejor. Una vez la tengas lista puedes pasar al lavado.
Terminado este punto es momento de hidratarla y para ello tendrás que aplicar una mascarilla. En este caso no será necesario hacerlo solo en medios y puntas, sino que podrás ponerla por todos lados por igual usando, incluso, un peine de púas finas para distribuirla de forma homogénea. Déjala puesta durante unos diez minutos y aclárala con abundante agua.
Una vez hecho esto toca secarla. Ojo con retorcerla o frotarla, lo mejor es retirar la humedad a ligeros toques con la toalla y dejarla secar al aire libre (es la mejor opción) Al tratarse de pelo natural puedes usar el secador con una temperatura media y con mucho cuidado de no acercarlo demasiado a la base.
Si ves que con el paso del tiempo tu peluca va perdiendo densidad puedes acudir a un centro especializado para que la rellenen. En caso de optar por aquellos modelos sintéticos deberás prescindir de secadores y otros aparatos de calor y apostar por productos específicos para su cuidado.