El truco de Dove Cameron para lucir unas pestañas 'de cine'

Si deseas lucir una mirada infinita y con volumen como la estrella Disney es necesario usar, además de tu máscara de pestañas habitual, un rizador y, sobre todo, hacerlo de forma correcta , ¿cómo? toma nota de estos consejos

por Rocío Jiménez

Lucir unas pestañas con volumen es casi un imprescindible para que tu maquillaje triunfe, independientemente de si eliges un acabado natural o unos ojos a todo color, la máscara de pestañas es un producto fundamental en el neceser de toda mujer, pero, a veces, el rímel por sí solo no ayuda a conseguir el acabado que tanto deseas y que tan bien lucen las celebrities en la red carpet. Entre los secretos de Dove Cameron encontramos no solo las pestañas postizas sino también un instrumento que todas deberíamos usar, el rizador. Aprende, con estos consejos, a usar este aparato de forma correcta para sacar el máximo partido a tu ojos.

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Cómo sacar partido a tu rizador de pestañas

Lo primero que debes hacer es perderle el miedo. Muchas son las mujeres que evitan usarlo debido a lo cerca que queda del ojo (cuando lo colocamos), así como por el falso mito de que parte y debilita las pestañas. Los profesionales no dudan en utilizarlo en sus sesiones de maquillaje y, si lo hacen, por algo será, ¿no crees? Además, lleva en nuestros neceseres más de 80 años dándole a tu mirada mayor definición y un instrumento que se mantiene y sigue evolucionando no puede ser tan malo. Actualmente, podrás encontrar diferentes modelos en el mercado, desde los clásicos de metal, pasando por los de silicona, y los más avanzandos: los térmicos.

Una vez hemos pasado esta barrera llega el momento de usarlo y, para ello, debes hacerlo con las pestañas totalmente limpias. Un error muy común es pensar que va después del rímel y, no, no es el caso ya que así solo conseguirías dañar tus pestañas que podrían quedarse pegadas en él obteniendo además un acabado sucio y con pegotes. Usa un desmaquillante de ojos para retirar cualquier resto de maquillaje así como para acabar con la suciedad y, una vez tus ojos estén totalmente limpios, podrás pasar a la acción. Es importante que también cuidades la higiene de tu rizador usando, cada día, agua y jabón para desinfectarlo.

Llega el momento de la verdad, no olvides que tienes que tener los ojos abiertos a la hora de utilizarlo y debes aplicarlo solo sobre las pestañas superiores. Antes de nada comprueba que las almohadillas que hay tanto arriba como abajo estén en perfectas condiciones, ya que son las que evitan que tus pestañas sufran daños. Después coloca tus pestañas superiores entre los extremos del mismo, procurando colocar de forma cuidadosa el rizador lo más cerca posible del párpado. Una vez colocadas y siempre vigilando de que no quede ningún pelillo fuera aprieta el rizador (no es necesario que lo hagas demasiado fuerte) y aguanta así durante unos 10-15 segundos. Puedes ir haciéndolo con pequeñas secciones para conseguir un resultado más curvado y espectacular moviéndote del interior hacia el extremo exterior del ojo. Si alguna zona no ha quedado como esperabas vuelve a pasarlo. Y si deseas que el acabado sea más duradero puedes calentar tu rizador de pestañas a golpe de secador aplicando durante unos segundos aire caliente sobre el cabezal.

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