En los pequeños detalles está la diferencia. No luce más hermosa la mujer que más maquillaje usa, sino aquella que mejor lo hace. Si hasta ahora creías que el colorete es el producto más fácil de aplicar, y llevas años creando un 'efecto Heidi' en tu rostro, es hora de que te pares a pensar qué estás haciendo mal. Un blush bien aplicado realza tus rasgos, esculpe tu rostro y te aporta luminosidad. Es importante tener en cuenta varias cosas antes de poner un toque de rubor en tus mejillas, desde el color que escoges, hasta la dirección en la que debes aplicarlo para sacar el máximo partido a tu rostro.
Puntos clave para aplicar el colorete
Comencemos por el color a elegir. Es importante que tu blush armonice con tu piel para que te permita resaltar tus pómulos de una forma natural, sin que parezca demasiado artificial. ¿Tú también tienes la piel clara como la actriz Emma Roberts? Si es así debes apostar por tonos claros y empolvados (rosa y melocotón), así conseguirás darle un toque más dulce y romántico a tu beauty look. ¿Quieres un acabado discreto?, quédate con un rosa más pálido pero, si quieres subir la temperatura de tus mejillas, apuesta por un tono más ácido.
Para los tonos medios las posibilidades aumentan, todo depende del acabado que quieras conseguir. Que no falten en tu neceser los tonos coral, marrón rojizo y dorado. Si buscas un look de día fresco escoge los tonos melocotón más anaranjados. También puedes jugar a combinar dos tonos, uno más claro que cubra toda tu mejilla, y otro más vivo que vaya aplicado en el centro, después solo tienes que difuminarlos para conseguir un resultado intenso pero con acabado natural. Las pieles más oscuras están de suerte ya que podrán escoger cualquier color de la paleta, en verano sustitúyelos por polvos bronceadores y te verás radiante.
Ahora llega lo más importante, ¿cómo aplicarlo correctamente? Si eres de esas mujeres que cree que la forma de aplicarlo es poniendo boca de pez para marcar la zona en la que irá el rubor, esto te interesa. Antes de nada debes tener en cuenta la forma de tu rostro, y a partir de ahí, potenciar al máximo tus facciones. Para las caras alargadas es conveniente ponerlo en horizontal de la mejilla hacia la oreja, en cambio, las redondas podrán estilizarse aplicándolo en una línea diagonal creciente desde la mejilla hacia la sien. ¿Tienes la cara cuadrada? Escoge un rubor centrado en las mejillas para dulcificar tu expresión y si tienes la mandíbula muy marcada quédate con un tono más alto del que te corresponde para llamar la atención a esta zona del rostro. Por último, si tienes la cara ovalada, la forma de usar el colorete será similar al de los rostros redondos, pero acentuando menos la inclinación.
No olvides que tu colorete tiene que ir en sintonía con el resto del maquillaje, aplícalo en último lugar para percibir mejor qué intensidad debes darle a tus mejillas, y si tienes, como esta actriz, la piel muy clara usa una brocha XL para no dejar trazos visibles ya que las pieles más blancas revelan, con mayor facilidad, cualquier error. ¿ Vas a decantarte por un colorete en crema? aplícalo con los dedos, no encontrarás un pincel mejor.