¿Cómo maquillarte si tienes los ojos caídos?
Sombras del color adecuado, delineado ‘cat-eye’, máscara de pestañas… te contamos los trucos para 'levantar' tu mirada.
Una de las grandes ventajas del maquillaje, aparte de ser un modo divertido de jugar con nuestro rostro, es su capacidad para ocultar o, por el contrario, resaltar los rasgos que queramos. Afina rostros, disimula ojeras… En definitiva, es una herramienta a la que sacarle mucho provecho, si sabemos usarla correctamente.
En esta ocasión, vamos a centrarnos en los trucos de maquillaje para los ojos caídos, es decir, aquellos que tienen los extremos exteriores un poco inclinados hacia abajo y que pueden dar una impresión de cansancio o tristeza al rostro. El objetivo, por tanto, es levantar la mirada, resaltarla, darle más vitalidad.
Pasos para 'levantar' la mirada
Podríamos resumir la técnica con pocas palabras: utilizar sabiamente y en los lugares correctos las luces y las sombras, huyendo del empleo de muchos colores y de los trazos rectos; queremos líneas ascendentes para conseguir la forma de una almendra.
Para ello, el primer paso consiste en hacerse con las sombras adecuadas. Se recomienda usar tres sombras de ojos distintas, de más clara a más oscura, pero que pertenezcan a la misma gama cromática. Hablamos de colores poco intensos, tales como el tierra, el nude, el café o el ciruela, entre otros.
El tono más claro sirve para iluminar la zona interna del ojo y que resalte; la sombra de tono medio se utiliza de la mitad del párpado hacia el exterior, y, finalmente, el tono más oscuro definiría la zona del pliegue del párpado. Se aconseja aplicar siempre sobre una base de sombra en gel de un color muy parecido al de tu piel para que todo el párpado tenga un tono homogéneo.
Si te vas de fiesta y quieres darle un look más cañero a tu mirada, utiliza sombras metálicas, como el oro, el plata o el bronce, o de otros colores como el púrpura o el verde esmeralda. Eso sí, que pertenezcan a la misma familia cromática; intenta no caer en el error de mezclar colores imposibles entre sí.
Una vez hayas acabado con las sombras, es turno del delineador. Hay que practicar el trazo ‘cat-eye’ o de ojos de gato. Y es que ese rabillo ascendente en la parte exterior del ojo es el que va a ayudar a levantar la mirada.
Un consejo que puede ser de ayuda es utilizar el delineador sólo desde la mitad del párpado hasta el exterior, tanto en la pestaña superior e como en la inferior. Evita utilizarlo en la parte interior del ojo y así no perderá luminosidad. Lo mismo ocurre con la máscara de pestañas: empléala con ahínco, sobre todo, de la mitad hacia afuera pero, en este caso, evita las pestañas inferiores para que no se redondee el conjunto.
No te olvides de las cejas
Cuando se habla de maquillaje de ojos, se suele dejar las cejas para el final pero no por ello son menos importantes. Si tienes los ojos caídos, no olvides iluminar el arco de la ceja para acabar de resaltar tus ojos y, de paso, dar vivacidad a tu mirada.