¿Qué te parece si te planteamos la posibilidad de tatuarte un mandala? No sería nada extraño, ya que los diseños de mandalas están a la orden del día a la hora de hacerse un tatuaje. Todos sabemos que los tatuajes suelen ser muy personales y algunos de ellos tienen un mensaje íntimo, éste puede tener un significado diferente dependiendo de lo que te transmita personalmente y lo que quieras mostrar a los demás.
Los diseños de los tatuajes de mandalas
Dentro de los tatuajes de mandalas, lo que puedes encontrar sobre todo son formas geométricas y diseños concéntricos. Un todo que simboliza armonía y unidad, y que a la vez están mostrando de alguna manera, tu camino espiritual. Es decir, son tres expresiones que sobresalen en cualquier diseño de mandala.
No obstante, también tienen un elevado componente abstracto que logra diferentes significados dependiendo de la persona que lo lleve. Además, también se suelen combinar con otras temáticas y otros elementos sin que, por ello, pierdan sus características de paz, relajación y serenidad.
Por regla general, los tatuajes de mandalas presentan formas circulares muy decoradas con imágenes de dioses y símbolos budistas e hinduistas que se expanden desde el centro hacia los bordes. Los diseños geométricos son muy llamativos, captando la atención en todo momento de quienes los visualizan.
Asimismo, pueden estar diseñados tanto en blanco y en negro como en color. Una de sus principales ventajas y características es que suelen ser muy versátiles. ¿Qué quiere decir esto? Pues que cualquier tatuaje se puede combinar con otros símbolos espirituales como flores, estrellas, soles, lunas, signos tribales, etc.
¿Dónde podemos tatuarnos un mandala?
Los mandalas se pueden tatuar en casi todas las partes del cuerpo. Sus diseños compactos y sus formas geométricas simples se adaptan perfectamente a cualquier lugar. Sin embargo, hay ciertas partes en donde quedan especialmente bien. El brazo, el muslo, la tibia, la espalda, el pecho o la parte superior del pie son las partes del cuerpo ideales para tatuarse un mandala.
Son precisamente sus formas circulares las que hacen que estos tatuajes sean idóneos para esas partes del cuerpo. Lo más recomendable es tatuarlo en una superficie plana para que el diseño circular no pierda su verdadera esencia. Muñecas, tobillos, la parte posterior de la oreja y la nuca también son rincones ideales para tatuarse un mandala más pequeño.
Si es la primera vez que vas a tatuarte uno, lo mejor es que hagas primero una prueba. Para ello, puedes utilizar un poco de henna para ver cómo quedaría en tu cuerpo, especialmente si es un diseño propio, algo muy usual en los mandalas, ya que cada persona le suele buscar un significado único e irrepetible.