Motivarse para correr en los días más oscuros y fríos del invierno puede resultar difícil. Pero piensa en ello como un reto que pone a prueba tus capacidades. La lluvia, como el viento, puede ser un aliciente que nos sirva para hacer nuestro entrenamiento un pelín más intenso. Aunque el mal tiempo va a reducir probablemente tu speed, si estás en buenas condiciones físicas, utilízalo a tu favor para trabajar la resistencia; al implicar un mayor esfuerzo de las piernas y los pulmones. Para ello, acorta tu zancada; cuanto más tiempo pasen tus pies sin tocar la superficie, mayor será tu resistencia. ¡Toma nota de estos consejos!
- Prepara tus rutas. Lógicamente, debes adecuar los itinerarios a las condiciones climatológicas. No es igual salir a correr en primavera por una zona descampada que hacerlo bajo la lluvia. Evita calzadas por donde se formen muchos charcos y que te permitan refugiarte si el temporal se hace más intenso. Por otro lado, evita salir los días de tormenta; no es recomendable. Hay apps que te ayudan a planificar tus rutas y compartirlas con otros usuarios, como Runtastic, Runkeeper o Sports Tracker. Lee: Las mejores apps para hacer running
- Vístete de forma inteligente. Lleva una primera capa (una camiseta térmica, por ejemplo) y otra exterior en forma de cortavientos, de material impermeable como nailon o similar. Es imprescindible para mantenernos secos si la lluvia nos sorprende y, además, mantienen la temperatura del cuerpo. También puedes considerar llevar una visera, las hay de plástico, para evitar que la lluvia moleste a los ojos. No olvides unos guantes que protejan tus manos del frío. Lee: Imprescindibles para correr bajo la lluvia
- Lleva elementos neon. La luz en invierno es más escasa; sobre todo cuando llueve, y hace que la visibilidad empeore para los conductores. Trata de llevar siempre una banda reflectante, en amarillo, rosa, naranaja… Incluso algunas prendas deportivas están preparadas con reflejos reflectantes.
- Chequea tu calzado. Quizás esté demasiado desgastado, o resbale a causa de la lluvia, y necesites invertir en unas zapatillas nuevas. Es importantísimo que los pies se mantengan secos y calientes; para ello hay modelos fabricados en materiales impermeables como Gore-Tex. Lee: ¿Existe la mejor zapatilla del mundo para correr?
- ¡No olvides proteger también tu piel! Al correr al aire libre, la piel se expone a las inclemencias meteorológicas: sol, aire, bajas temperaturas, contaminación… La causa principal de éstas es una piel deshidratada, ajada y con un exceso de radicales libres. Esto ocurre porque los corredores tienden a perder grasa de la zona de la cara, es lo mismo que ocurre a las personas que pierden mucho peso en poco tiempo. A esto se suma la flacidez provocada por el movimiento de impacto repetido contra el suelo que destensa los músculos del rostro. Por ello, según los expertos de la clínica de belleza Slow Life House, es recomendable hidratar a fondo la piel de rostro, cuello y escote en los meses de frío, momento en el que estas zonas sufren las agresiones del viento y las bajas temperaturas, así como en ayudar a la recuperación cutánea.
- Evita los días de contaminación alta. No es recomendable salir a correr cuando las autoridades adviertan que los índices de polución entran sobrepasan los límites aconsejables para la salud. Por ello, ten en cuenta los horarios. No es lo mismo salir a correr a las 6:00 de la mañana que a las 13:00 del mediodía. Los niveles de tráfico varían y por tanto la calidad del aire y el tránsito de personas que pueden enturbiar tu concentración en la carrera también lo hace.
Además...
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