La genética va a marcar en gran medida lo que has sido, eres y serás. Pero no, no se puede (ni se debe) luchar contra la genética.
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Hay dos versiones principales de tu cuerpo: la de la dejadez absoluta y la de los hábitos saludables continuados. Y entre esas dos imágenes hay una línea recta en la que se vería tu cuerpo en esa evolución.
Está claro que dependiendo de los hábitos que tengas y el tipo de ejercicio que hagas, tu cuerpo se adaptará y tratará de volverse más eficiente. Así, si te dedicas a correr carreras de larga distancia, tendrás un cuerpo más delgado y, si te dedicas a entrenamientos más cortos e intensos, tendrás un poco más de masa muscular. Pero siempre dentro de los límites que te marca tu genética. No podemos moldear el cuerpo al gusto eligiendo una u otra actividad, podemos desplazarlo hacia un lado u otro de esa línea de la que hablábamos.
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Por ejemplo, si vieras a Serena Williams y a Sharapova paseando por la playa, lo último que pensarías es que son profesionales del mismo deporte. Una es espigada y delgada; y la otra es musculosa y robusta. Pero las dos rinden al máximo deportivamente hablando y además las dos tienen su público extradeportivamente hablando.
Este ejemplo es interesante porque muestra que, al margen de la complexión de cada cual, lo importante es estar en forma. Una persona en forma, sea más delgada o tenga más curvas, es una persona atractiva. Una persona inactiva, sea delgada o no, pierde gran parte de su atractivo.
Pero ¡ojo!, es importante que no confundas tus costumbres con tu genética. No seas de los que dicen “¿para qué voy a tratar de ponerme en forma si nunca tendré el cuerpo de una modelo?” o “es imposible que adelgace, viendo a mis padres”. Incorrecto. Seguro que conoces algún caso de personas que no han hecho ejercicio en sus vidas y no han tenido la posibilidad de conocer cuál sería su aspecto y su nivel de salud después de hacer ejercicio durante un par de meses. Ese tipo de persona, nunca lo sabrá y siempre recurrirá a su genética como excusa.
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¿Se puede, entonces, luchar contra la genética? Sí, pero es una batalla que solo se puede ganar a corto plazo; a medio y largo, las aguas siempre vuelven a su cauce natural. No puedes mantenerte en un nivel de peso que no se adecue a tus necesidades. En primer lugar, no es saludable y tu cuerpo siempre se va a defender (puede que avisándote a través de alguna enfermedad). Además, generalmente, una persona que lucha contra su genética se suele ver desequilibrada en las formas de su cuerpo.
El mensaje es que seas como Serena o como Sharapova, lo importante es que quieras y cuides a tu cuerpo; y éste te devolverá el esfuerzo en salud y en belleza.