La playa nos proporciona un entorno privilegiado para nuestras sesiones de entrenamiento. Si vives cerca de la costa o te vas de vacaciones a una zona de playa, estás de enhorabuena. Aunque podemos entrenar todo el cuerpo, es especialmente beneficiosos para ganar potencia en el tren inferior, por la resistencia que ofrece la arena en los desplazamientos.
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La clave está en aprovechar aquellos elementos que el entorno pone a tu disposición (como las escaleras de acceso a la playa o los bancos) para que entrenes tu cuerpo de manera similar a como lo harías en el gimnasio.
¿Por dónde empiezo?
- Muy sencillo. Empieza suave, con cinco minutos de calentamiento; avanzando, por ejemplo, por el paseo marítimo junto a la playa. Tras calentar, empieza el entrenamiento de playa. Corre por la orilla del mar durante 20 minutos. Un pequeño descanso e inicia una sesión de burpees, seguida de levantamientos de tobillo, una serie de zancadas o lunges, seguidas de sentadillas con salto después.
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- Meternos en el agua entre series es una sensación muy refrescante, las altas temperaturas harán que aumente también la temperatura muscular y nuestra sudoración; así que el agua nos ayudará a reducir el tiempo de recuperación, colaborando a la desinflamación muscular sufrida por el entrenamiento.
- Si queremos enfocar el entrenamiento a la potencia de piernas, podemos realizar sprints sobre la arena. Aceleraciones cortas con cambios de sentido para trabajar aún más la potencia con continuas aceleraciones y frenadas. Dependiendo del tiempo de trabajo podemos realizar también un trabajo exigente de potencia aeróbica para trabajar el sistema cardiovascular.
¡Descansa 5 minutos y sigue con estos ejercicios!
Desplázate a alguna zona donde haya bancos y escaleras. Realiza ejercicios como flexiones, fondos, crunches o subir escaleras. Son otros 20 minutos de trabajo y en este caso la idea es trabajar el core.
Una vez terminados los ejercicios, es hora de estirar todos los músculos y relajarse, ¡te lo has ganado! Recuerda la importancia de los estiramientos, ¡no los omitas! Como último consejo, ten en cuenta que las altas temperaturas y la intensidad que nos exige el entrenamiento en la playa, hace que sea esencial una muy buena hidratación. No vayas nunca a entrenar a la playa sin tu botella de agua y recuerda beber pequeños sorbos de vez en cuando aunque no tengas sed.