Si sufres mala circulación y retención de líquidos, seguro que, al llegar el verano y a consecuencia del calor, notas cómo el problema de las piernas hinchadas se agrava mucho más.
Las mujeres solemos padecer con más frecuencia la hinchazón de tobillos y pies; ya sea por motivos genéticos, menstruales, por estar demasiado tiempo de pie -o en su defecto sentadas-, por la aparición de varices, por el uso de calzado inadecuado, la inactividad, algún tipo de medicación como la píldora anticonceptiva...
Seguir algunos hábitos de alimentación saludable puede ayudarnos a reducir el problema y que no vaya a más. Toma nota de esta serie de recomendaciones:
- Elimina aquellos alimentos que impidan que el cuerpo se depure y elimine toxinas. Por ejemplo, alimentos salados como embutidos, patatas fritas, etcétera.
- Intenta utilizar métodos de cocinado bajos en grasa, es decir, no comas fritos ni rebozados.
- Aporta a tu dieta alimentos depurativos como la cebolla, la sandía, el pepino, el tomate, el melón, los espárragos, las alcachofas, etcétera.
- Consume frutos rojos como las cerezas, frambuesas o fresas. Nos ayudarán a mejorar la circulación.
- Utiliza el jengibre como condimento para tus comidas. Esta especia, además de ser antiinflamatoria, ayuda a la circulación.
- Bebe de 2 a 3 litros de agua al día. Ayudará a eliminar líquidos; además de mantener un adecuado equilibrio hídrico. En caso de que te cueste instaurar este hábito, una buena opción es tomarla en forma de infusión, un té, mezclándola con zumo de limón...
- Evita las bebidas azucaradas y el alcohol (dentro de este último, una cerveza o una copa de vino, resultarán mejores opciones que los destilados).
- Realiza ejercicio. Sin duda, la mejor manera de estimular la circulación y conseguir que tus piernas no se hinchen es practicando ejercicio, sobre todo deportes como la natación.
- Por último, son recomendables una serie de hábitos como, por ejemplo, ducharnos con agua fría y, para conseguir mejores resultados, masajearnos durante la ducha con un guante de crin en la zona. Otro buen remedio consiste en poner las piernas en alto siempre que podamos; como puede ser cuando estamos tumbados en el sofá, colocar un cojín en los pies y así elevarlos.
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