Cuando sufrimos sobrepeso u obesidad por una mala alimentación, lo primero que pensamos es en querer bajar el peso lo antes posible sin pararnos a pensar en las múltiples complicaciones y déficits nutricionales que puede acarrear el elegir una dieta incorrecta o mal elaborada. En el mundo de la nutrición se hacen llamar 'dietas mágicas o milagro'. Existen muchos tipos de estas dietas, pero todas tienen algo en común: no enseñan a comer y provocan un efecto rebote que hacen que volvamos a recuperar el peso perdido.
¿Cómo podemos identificar una dieta 'milagro'?
- Hipocalóricas. Son dietas que no cubren las ingestas recomendadas y, por lo tanto, suelen ser deficitarias en nutrientes como vitaminas y minerales. Al reducir la cantidad de energía aportada a través de la alimentación, el propio organismo reduce su gasto metabólico basal, provocando que esta persona necesite cada vez menos y que engorde con más facilidad. Además, este tipo de dietas, utilizadas con frecuencia, pueden suponer un factor de riesgo para la aparición de enfermedades como anorexia o bulimia.
- Disociativas. Este tipo de dietas se basan en la teoría de que los alimentos no engordan por sí solos, sino cuando se combinan con otros. Por ejemplo, las dietas en las que cada día de la semana se consumen alimentos de un mismo grupo (lunes: verduras; martes: carne; miércoles : fruta…etc). Esto no tiene fundamento ninguno y, de hecho, se contradice ya que; según las dietas disociadas o disociativas no se deben mezclar hidratos de carbono con proteínas y, por ejemplo, la pasta contiene ambos macronutrientes. Realmente este tipo de dietas tienen “resultados” porque consigue que la persona adquiera una serie de hábitos y un orden de comidas que antes no tenía y, porque suelen ser hipocalóricas. Lee: Dietas disociadas, ¿existen alimentos incompatibles?
- Excluyentes. Son aquellas que eliminan algún alimento de la dieta. Muy típica es la dieta Atkins, la cual elimina todos los alimentos ricos en hidratos de carbono provocando que el organismo entre en cetosis y se deshidrate. Al aumentar el contenido de proteínas y grasa en la dieta, causa un aumento del colesterol sanguíneo. Un aumento del ácido úrico y sobrecarga en hígado y riñones además de la aparición de estreñimiento por la falta de fibra. Lee: Los peligros de las dietas bajas en carbohidratos
- Monodietas. Seguramente sea la peor de todas. Es una dieta basada en el consumo de un único tipo de alimento. Son excesivamente hipocalóricas y monótonas, pudiendo provocar carencias nutricionales importantes además de aburrimiento. Lee: Cuidado con las dietas 'detox'
- Lee: Las 5 dietas que no debemos seguir este 2016
Como conclusión, este tipo de dietas son pan para hoy y hambre para mañana. Si tienes un problema de obesidad y no eres capaz de reducir el peso, ponte en manos de un profesional.