“¿Os habéis enterado? En un mes se celebra la carrera anual por la ciudad. Es solidaria ¡y son sólo 5km! ¿Nos apuntamos?”. Que levante la mano quién haya recibido un mensaje similar en el último año. Estas carreras, en general de corta distancia, son el inicio de un mar de buenas intenciones y grandes propósitos que muchas de nosotras nos planteamos como mínimo una vez al año. Pero, comenzar a correr no es sólo sacar del baúl de los recuerdos esas deportivas que compramos y jamás llegamos a utilizar. Iniciarnos en el mundo del deporte requiere un planteamiento real en el que salir a la calle y activar el cronómetro no supone más que el primero de los pasos.
Correr es un deporte de impacto en el que las lesiones, especialmente para aquellos que han hecho del sedentarismo una forma de vida en los últimos lustros, están a la orden del día. Periostitis o tendinitis son palabras que se repiten en muchas de las consultas de fisioterapia y, si no extremamos los cuidados, podemos caer en sus garras. He aquí algunos consejos:
- Un gran aliado para nosotros será la elíptica. Un ejercicio similar al de correr donde se reduce el impacto al máximo y, a su vez, nos adoctrinará en el arte de mover correctamente los brazos y el tronco superior. Realizando 20 minutos de elíptica al día son suficientes para arrancar en este viaje de entrada en el Olimpo de la gente sana. Si la suscripción al gimnasio brilla por su ausencia, no te preocupes, sal a la calle y empieza un calentamiento con ejercicios previos de rotación en las extremidades: cabeza, hombros, caderas, pies y rodillas.
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- Es Importante tener un mínimo acondicionamiento físico antes de empezar a practicar el running, debido a que el gesto deportivo implica un alto gasto a las articulaciones por el impacto. Es aconsejable, antes de empezar a correr, dedicar un tiempo prudencial previo para tonificar la musculatura implicada, especialmente tronco y extremidad inferior. Podemos, por ejemplo, realizar sentadillas que nos ayudarán a reforzar cuádriceps, isquiotibiales, gemelos y tibial anterior.
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- Además, es importante realizar estiramientos de toda la musculatura citada anteriormente para que el cuerpo se adapte mejor al impacto posterior que le provocará el ejercicio de correr.
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