Las vértebras cervicales son una de las partes más importantes de la columna vertebral y, a diferencia de otras zonas como las lumbares -la cual debemos trabajar de forma directa-, las cervicales reciben otro tipo de atención. El abordaje de la zona cervical no es un entrenamiento directo, sinó que implica otras zonas del cuerpo como el hombro o el resto de la columna.
- Lee: 4 ejercicios de Pilates para el dolor lumbar
'Tips' previos a la realización de ejercicios cervicales
- Debemos evitar movimientos o ejercicios que nos causen dolor.
- Deben realizarse despacio y sin forzar.
- Calentar la zona antes de ser ejercitada. Utiliza una manta eléctrica, bolsa de agua caliente o bolsa de semillas calentada al microondas.
- En caso de dolor muy intenso, no realizar ejercicios o movimientos brucos sin la supervisión de un fisioterapeuta.
- Los ejercicios deberán realizarse sentados con el respaldo recto y dejando las manos apoyadas sobre las piernas. Evitar hacerlos de pie, ya que corremos el riesgo de marearnos.
Posteriormente a estos calentamientos, los ejercicios podrán ser sustituídos por otros más globales, como entrenamiento de la estabilidad lumbo-pélvica y abdominal. Trabajaremos la cintura reeducando el movimiento de la cintura escapular que implica, a su vez, el movimiento de los brazos intrínsecamente relacionados con la zona cervical a través de músculos como el trapecio o el elevador de la escápula.
- Lee: Los mejores ejercicios para los abdominales inferiores
Los ejercicios más aconsejados
- Giros laterales. Giramos la cabeza lentamente hacia un lado, manteniendo la postura 5 segundos y volviendo a la posición inicial. Repetir el ejercicio hacia el lado opuesto, volviendo siempre a la posición inicial.
- Flexión lateral. Inclinamos la cabeza hacia un lado como si quisiéramos tocar el hombro con la oreja y permanecer en esta posición 5 segundos y volver a la posición inicial. Repetir el ejercicio hacia el lado opuesto, volviendo siempre a la posición inicial.
- Flexión-extensión. Inclinar la cabeza hacia atrás, muy lentamente y fijar la mirada en el techo durante 5 segundos volviendo a la posición inicial. Repetir el ejercicio, esta vez, con la cabeza hacia el suelo.
- Hombros. Con la espalda recta apoyada en una silla, subimos los hombros hacia arriba todo lo que podamos y mantenemos la posición 5 segundos. Volvemos a la posición inicial para bajar los hombros todo lo que se pueda y volver a repetir la secuencia.
Estos ejercicios deben realizarse muy despacio y siempre ser supervisados en las primeras etapas por un profesional, ya que se trata de una zona con especial tendencia a sobrecargarse y a causar dolor crónico.
- Lee: 5 ejercicios que deberías hacer cada día