Estamos a punto de finalizar la primera semana tras la 'vuelta al cole', casi en el ecuador del mes de septiembre, ese mes en el que parece que todo vuelve a empezar y la mayoría con las vacaciones más que olvidadas. Pero la vuelta a la rutina no tiene por qué significar el abandono de algunas costumbres que hacen del estío un tiempo mucho más agradable, sobre todo en estas semanas en las que en muchos lugares el tiempo sigue acompañando. Cuando ya va quedando menos para que llegue el otoño, ¿por qué no pruebas a prolongar esos pequeños placeres?
Beber agua fresca. Es inevitable: con el descenso de las temperaturas, disminuye la sensación de sed y limitamos la ingesta de agua; y, con ello, los múltiples beneficios que derivan de tomar al menos dos litros diarios de tan sano líquido.