¿Cuántas veces has comenzado un ejercicio sin saber muy bien el número de series o repeticiones que debías hacer? Parece una cuestión banal, pero lo cierto es que, dependiendo de nuestros objetivos, tendremos que tener claro cuál es la mejor manera de entrenar. Aquí te dejamos algunas claves.
1. Según el número de repeticiones
Las series cortas, menos de 4 repeticiones. Son ideales para los entrenamientos de fuerza. Con series cortas se trabaja con resistencias muy altas; es decir con mucho peso. Y con ello lo que se busca es un desarrollo del sistema nervioso motor. Es un entrenamiento muy técnico, bastante enfocado al alto rendimiento y que tú seguramente no necesites -salvo que busques rendimiento puro, no te compensa-.
Las series medias entre las 5 y las 12. Son series destinadas al desarrollo muscular, es decir, al crecimiento del músculo. Esto tal vez te interese y tal vez no, por eso es bueno que lo sepas y lo discrimines según tus objetivos.
Las series largas, más de 12. Están encaminadas a tonificar; es decir a endurecer más que al crecimiento en sí. Una serie larga correcta estaría entre las 12 y las 20 repeticiones -hacer más sería un trabajo más cardiovascular-. Lo más probable es que necesites este tipo de series.
2. El peso
Es importante que el peso sea suficiente para que provoque un cansancio, de lo contrario el ejercicio no está bien realizado y cae en saco roto. Ponte siempre un peso con el que no pudieras hacer 3 repeticiones más de las que te has propuesto.
3. El descanso
Es otra de las claves del entrenamiento de series. Los descansos cortos, de 30 segundos o menos, son ideales para perder peso; ya que con ellos consigues un ritmo alto de frecuencia cardiaca durante todo el entrenamiento, siendo más parecido a una sesión de cardio intenso. Los descansos largos, de más de 30 segundos, son más propios de los entrenamientos de hipertrofia, es decir de los entrenamientos destinados al desarrollo muscular. Seguramente necesites descansos cortos.
4. La comida
Es la clave final. La comida te da energía para entrenar pero también te da la materia para construir masa. La comida debe ser equilibrada y acorde a tu plan de entrenamiento, de manera que no te falte energía para que el entrenamiento te rinda bien, pero que tampoco sobre para no acumular grasa. Para ello, ponte en manos de un buen nutricionista que valore tu requerimiento calórico.