La depilación láser es un tratamiento que no es invasivo pero hay que tener una serie de cuidados para garantizar el éxito del tratamiento y la seguridad del paciente.
Antes de realizar el tratamiento:
- No se debe estar tomando medicación; en caso de estar con algún tratamiento debes indicárselo al especialista.
- La zona a depilar no debe estar expuesta al sol durante la semana previa al tratamiento.
- Las zonas a depilar deben estar limpias, secas y rasuradas.
- Evitar la aplicación de cremas anticelulíticas o similares en la zona a depilar.
Durante el tratamiento:
- El láser emite una luz muy potente que puede dañar nuestra vista, por lo que hay que usar gafas especiales para protegernos.
- Con el láser se notan unas sensaciones de frío/calor que para las personas más sensibles al dolor, pueden resultar algo molestas, por eso se puede aplicar una crema anestésica tipo EMLA.
Después del tratamiento:
- Dejar crecer el pelo hasta que por sí sólo se caiga.
- Evitar el sol en las zonas depiladas.
- Cuando vuelva a aparecer el pelo, rasurarlo con la cuchilla o similar. No usar procedimientos que eliminen el vello de raíz.
- Se recomienda el uso de una crema corporal hidratante 2 veces al día, durante la primera semana.