Aquello de ‘no se les ocurra intentar esto en casa’ debería figurar en la letra pequeña de la última moda entre los adictos al running: se trata del retrorunning -o arte de correr hacia atrás (sin partirte la crisma)-. Una insólita práctica deportiva que ha hecho que entrenadores y expertos en actividad física se echen las manos a la cabeza y traten de desmontar los supuestos beneficios de los que presumen sus defensores.
El retrorunning se ha convertido ya en todo un fenómeno social, sobre todo, en Reino Unido y Japón, donde las competiciones de esta pseudo-modalidad atlética se han popularizado en los últimos años e, incluso, han encumbrado a deportistas como el dominicano Fleury Contreras, campeón mundial en 100 metros, conocido como ‘el corredor de espalda’. Una hazaña que muchos han trasladado a las calles y la cinta de ‘cardio’ del gimnasio, no sin cierto peligro.
Publicidad realizada con el fin de mostrar parte de la preparción para el retrorunning.
¿Por qué correr hacia atrás si estamos programados para hacerlo hacia delante?
Pese a que desde los círculos más entusiastas insisten en sus ventajas –entre ellos los beneficios para el aparato locomotor y su eficacia para perder peso-; las advertencias de los expertos sobre los peligros que entraña esta práctica para nuestra salud son muy claras. “Por ejemplo, hablan de un menor impacto del ejercicio en las rodillas, pero dicho impacto es trasladado a la zona del talón, con las consiguientes molestias y posibles lesiones”, explica el doctor en quiropráctica Ata Pouramini quien, además, alerta de que correr hacia atrás es un movimiento antinatural de nuestro cuerpo que pone en riesgo la salud de nuestra columna. “Este deporte aumenta considerablemente el riesgo de contracturas musculares y lesiones cervicales, puesto que limita nuestra visión e intuitivamente podemos realizar cualquier movimiento que nos obligue a girar el cuello de modo reflejo. Al mismo tiempo, el trabajo de los abdominales y de la zona baja de la espalda se corresponden antagónicamente con un movimiento de la columna vertebral y las caderas en direcciones opuestas”.
En una lista interminable de deportes saludables y beneficiosos, el retrorunning ocuparía, sin lugar a dudas, la última posición, según los entrenadores de Personal Running, que se manifiestan sorprendidos con esta nueva tendencia running. “Estamos a favor de todo tipo de innovaciones, pero nos oponemos a todas aquellas que no respeten el término ‘salud’. Nuestra anatomía está diseñada, después de diferentes procesos de evolución humana, para desplazarnos hacia delante. El cuerpo humano puede hacerlo hacia atrás en ocasiones puntuales, pero pretender hacerlo de forma habitual o con fines deportivos no tiene sentido ninguno”.
Así que, ya sabes, si te animas a practicar running, ¡mejor con la mirada puesta en la meta!