Parece una contradicción, pero no lo es. Adelgazar es lo contrario de engordar y, si atendemos a la etimología de la palabra engordar, es adquirir gordura, es decir, grasa. Por ejemplo, en otros idiomas como el portugués, grasa se traduce como “gordo”. Así, adelgazar debería considerarse exclusivamente perder grasa. Bajar peso sería la forma correcta de decir que hemos perdido peso; da igual si es de músculo o de grasa.
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Ya sabemos que el músculo pesa más que la grasa; lo cual significa que es más llamativo el efecto en báscula de perder masa muscular a perder grasa. Por eso, antiguamente, había médicos que para 'adelgazar' te quitaban el deporte, de manera que la atrofia muscular fuera el agente protagonista de esa bajada. El problema es que el paciente, al poco tiempo volvía a la consulta porque había vuelto a engordar incluso más que antes, lo cual le venía muy bien al médico.
Claves para quemar grasas sin perder músculo
La situación es la siguiente. Si bajas peso eliminando tejido muscular, sacrificas el agente quemador de calorías más importante de tu cuerpo, el propio músculo, que consume muchas energías en mantener su tensión -incluso en reposo-; por lo tanto, a posteriori comiendo lo mismo tu cuerpo almacenará más energía sobrante en forma de grasa. Y no hay peor círculo vicioso en la pérdida de peso que este proceso.
El proceso esquemático sería:
- Pierdo músculo
- Como lo mismo
- Quemo menos
- Almaceno más (en forma de grasa, claro)
La báscula no sirve para adelgazar
Aunque, indiscutiblemente, la báscula es la referencia más usada en lo que a pérdida de peso se refiere, este proceso de bajar peso y engordar a la vez se puede controlar de una manera muy sencilla: haciendo ejercicio. El ejercicio va a mantener tu tono y tu masa muscular de manera que, por un lado, evitarás la pérdida del elemento quemador principal de calorías y, por otro, durante el ejercicio quemas más calorías. Es una jugada redonda.
Pero, ¿cómo creer en ello si luego la báscula no se mueve o lo hace muy poco? Muy sencillo, la mejor manera de controlar si adelgazas de verdad, perdiendo grasa, es midiendo los contornos de tu cuerpo. Como sabemos que no vas a coger una cinta de sastre y medirte a diario, será la ropa la que te de la referencia. Cuanto menos te apriete, mejor estará resultando tu proceso de adelgazamiento y mejor te verá todo el mundo, excepto la báscula, que a veces es un poco retorcida.