‘Running’ al límite: ¿te atreverías a subir un rascacielos corriendo?

Por hola.com


¿Creías que lo habías visto todo? No estés tan seguro. Con la resaca todavía de la última edición de Carrera de la Mujer que tuvo lugar en Madrid el pasado domingo, los amantes del running se preparan para otro gran acontecimiento –aunque sólo apto para valientes bien entrenados- programado para el próximo 23 de mayo en la capital española; y que se disputará a través de las 44 plantas y 798 escalones de la Torre Picasso, la más alta del centro financiero de Azca. Se trata de la ‘I Vértigo Race’ incluida en el circuito mundial Towerrunning de carreras en algunos de los rascacielos y edificios más emblemáticos del mundo, como el Empire State en Nueva York, la torre Tapei 101 en Taiwán (2.046 peldaños) o el Centro Financiero Internacional de Shanghai –el tercero más alto de China-.

Las carreras verticales se han convertido en la última moda de los maratones; junto a otras experiencias in extremis para runners y triatletas que recorren los lugares más insólitos bajo condiciones extremadamente duras: la Spartathlon en Grecia, a lo largo de los 246 km que separan Atenas de la moderna Esparta; la Badwater, en el Valle de la Muerte en California; o la Trans 333, que atraviesa el desierto de Marruecos -por citar solo algunas de las pruebas más peliagudas del planeta-.

El 'towerrunning' como deporte

Subir rascacielos corriendo no tiene nada que envidiar a otros deportes. De hecho, se trata de una actividad física muy exigente que requiere de una excelente condición física; aunque todo va a depender de nuestro nivel y del tipo de edificio que pretendamos ‘escalar’. “En el terreno cardiovascular pocas diferencias hay con carreras tradicionales, pues, al final, el corazón lo llevas al máximo de tus posibilidades durante el tiempo de la carrera. En el plano muscular, poca diferencia hay también con un corredor de, por ejemplo, 5.000 metros, que sería una distancia similar en cuanto al tiempo necesario para recorrerla. Lo único que tenemos que tener en cuenta es que, en la subida de edificios, cada kilo extra penaliza más, pues no debes moverlo horizontalmente como en la carrera, sino verticalmente, lo que lo hace mucho más incómodo y las piernas, sobre todo en la zona de los cuádriceps, tienen mucha más carga”, explica el en entrenador personal y colaborador de ¡Hola! En Forma, Juan Rallo.

Subir escaleras quema hasta 10 veces más calorías

Los organizadores del circuito mundial towerrunning, que cada año planifican campeonatos en diferentes ciudades del mundo, fundaron en 2013 su propia asociación para promover y regular el towerrunning como un deporte como cualquier otro; con la ventaja de que es gratis y puede practicarse en cualquier lugar, desde edificios, garajes, etc, a estaciones de metro. Además, cuenta con el aval de los expertos en actividad física, que lo consideran altamente saludable; ya que aumenta nuestra capacidad cardiovascular y es un estupendo ejercicio para bajar de peso. “Subir escaleras quema hasta 10 veces más calorías que correr en suelo”, apuntan desde la organización.

Pero, para exprimir todos sus beneficios no es necesario trepar hasta lo más alto –a no ser que nos motive el reto, claro está-. En nuestro día a día, una buena táctica para incorporar el towerrunning a nuestro entrenamiento es empezar por sustituir el ascensor por las escaleras cada vez que tengamos que subir pisos. “Podemos entrenar en escaleras y en gradas. Subir y bajar gradas de estadio te va a dar la fuerza necesaria. Introduce variables, como subir los escalones de dos en dos o a pata coja. Si quieres ir un poco más allá, es importante que entrenes la técnica de subida. Encuentra un edificio que te suponga un reto y calcula exactamente cuál es el ritmo cómodo al que te mueves para saber con exactitud cuantos pasos tienes que dar entre tramo y tramo, para ‘atacar’ siempre las escaleras con la pierna y la posición correctas”, nos aconseja el entrenador Juan Rallo.