A siete de cada diez españolas les preocupa que los problemas circulatorios limiten su actividad diaria debido a molestias frecuentes como pesadez en las piernas, dolor, calambres, o, incluso, dificultades para dormir, según datos del II Estudio Cinfa Salud, que cuenta con el aval del Capítulo Español de Flebología y Linfología (CEFyL) de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV). En muchos de los casos, además, la insuficiencia venosa afecta también al plano físico y muchas mujeres llegan a sentir vergüenza de mostrar sus piernas en público.
Alrededor del 40% de las embarazadas sufre varices
El problema se agrava durante la etapa de gestación debido a la dilatación de las venas que provocan las hormonas para que llegue más sangre al útero. Tal y como señala el Dr. Rodrigo Rial Horcajo, especialista en Angiología y Cirugía Vascular, alrededor del tercer mes aparecen las primeras varices y es sobre todo en el sexto cuando estas venas se engrosan y se dilatan más. Sin embargo, algunas de estas varices desaparecen o disminuyen después del parto; ya que cesan los factores que las causaban, como el aumento de peso o la disminución de la actividad física.
Precisamente, la práctica regular de deporte es uno de los factores que influye de forma directa en el alivio de los problemas circulatorios, al igual que una dieta equilibrada baja en sal. Por tanto, si queremos favorecer la circulación venosa, debemos incluir algunas rutinas de sencillos ejercicios que no requieren mucho tiempo y que puedes practicar en casa a última hora del día para descargar las piernas.
Rutina básica de ejercicios
Comienza tumbada, con las piernas levantadas y extendidas, flexiona y extiende alternativamente los dedos de los pies 20 veces.
En la misma posición, pero manteniendo las piernas descansando en un ángulo más reducido que en el ejercicio anterior, dibuja círculos con cada pierna en ambos sentidos. Repite 10 veces.
Ahora, levanta alternativamente las piernas. Flexiona una de las piernas formando un ángulo de 90 grados mientras mantienes la otra extendida. Ve alternando. Para acabar con la serie de ejercicios en colchoneta, túmbate por completo con las piernas extendidas y sepáralas y júntalas 10 veces.
Colócate de pie y ponte de puntillas varias veces. Desde ahí, comienza a caminar, primero sobre los talones y después de puntillas, durante unos minutos.
Sentada sobre una silla, con los pies apoyados en el suelo, separa y junta las puntas de los pies varias veces. Combina el ejercicio con un suave balanceo de los pies, de los dedos a los talones. Por último, haz elevaciones de talones apoyándote en la punta de los pies. 20 veces aproximandamente.