Comienzo la primera sesión de entrenamiento con un cliente, en este caso mujer y, tras varias preguntas, viene una de las más importantes. ¿Cuál es su objetivo? Y ahí llega la respuesta: “Quiero tonificar”. Y yo lo oigo y me pongo a temblar…
'Tonificar'. Ese concepto que tenemos tan metido en la cabeza y que usamos tan mal. Así que vamos a empezar por el principio. Cuando hablamos de 'tono muscular' por definición nos referimos a “contracción parcial, pasiva y continua de los músculos, por la cual un cuerpo en reposo se mantiene firme”.
Es decir, es la capacidad que nos ayuda a estar de pie, por ejemplo, o de que no se nos doble el cuello o caiga la mandíbula.
Pero cuando hablamos de 'tonificación' en el entorno que os comentaba al principio, más bien nos queremos referir a que queremos que todo esté en su sitio, que se nos vea 'duritos' y para ello os diré que sólo existe una fórmula: bajo porcentaje de grasa y suficiente porcentaje de masa muscular. Y es ahí cuando vienen las caras de susto: ¿músculo? ¿En una mujer? ¿Hulk? Y siento deciros que es más fácil conseguir el cuerpo 'tonificado' que se desea, que convertirse en el gigante verde, ya que influyen también las hormonas y las mujeres no tenemos suficiente testosterona para conseguirlo.
Fuera prejuicios y manos a la obra
Para conseguir nuestro objetivo debemos abrir nuestra mente y borrar esos prejuicios que nos llevan a ver a cientos de mujeres con una mancuerna de 1 kg realizando 50 repeticiones. Ese estímulo no es el adecuado para nuestro músculo, necesitamos más intensidad y una carga superior. Es decir, entrenar con pesos más elevados es la clave. Da lo mismo si quieres hacerlo en máquinas guiadas (importante para los principiantes, ya que ayudan a la postura y son menos lesivas) o en pesos libres, pero coge peso (siempre un peso adecuado, tampoco vayamos ahora a pasarnos).Vamos a dividir nuestro entrenamiento en función de los objetivos. Por un lado, tenemos la pérdida de grasa y, por otro, la ganancia de masa muscular. Tú puedes tener un músculo entrenado, pero, si encima hay una capa de grasa éste quedará oculto. Al revés pasará igual: si pierdes grasa y debajo no hay suficiente masa muscular, sólo quedará la piel flácida y el hueso.
También debes tener en cuenta que la pérdida de grasa no se realiza de una zona localizada, sino de todo el cuerpo en general y es éste quien, según el caso, lo hace más de unas zonas u otras. Así que sácate de la cabeza también eso de que si haces 1000 abdominales al día perderás el flotador que hemos adquirido en veranito. ¡No! Eso se consigue con una mezcla entre ejercicio aeróbico y ejercicio de fuerza (esos sí son los “x” abdominales diarios).