¿Pasas largas sesiones de los más variados ejercicios abdominales para lucir un vientre plano y todavía no has conseguido desprenderte de esa antiestética fajilla de grasa bajo tu ombligo? ¿Te duele el cuello o la zona lumbar cuando haces abdominales? No te amargues la existencia, aquí tienes algunas claves para sacar el máximo partido a cada contracción abdominal que realices.
Los trucos que te proponemos a continuación están basados en los principios de Pilates, un sistema de entrenamiento que trabaja el cuerpo como un todo, de forma armoniosa y equilibrada. Combínalos con el método hipopresivo, ¡verás qué resultados!
- Respira. Toma el aire por la nariz y suéltalo por la boca mientras llevas el ombligo hacia la espalda. De esta manera es como si cada respiración fuese un abdominaly ¡sin siquiera moverte!
- Posición del cuello. Cuando sea un ejercicio que implique subir la cabeza, centra tu mirada en el ombligo. Si la desvías a cualquier otro punto, el cuello no estará bien alineado y lo tensarás innecesariamente.
- Olvida las series infinitas. Si haces la respiración correctamente, activando el powerhouse (el Core o tronco), con 10-15 repeticiones de cada ejercicio será suficiente.
- Por más abdominales que hago no consigo lucir un vientre plano. Sí, te puedes dejar la piel y las fuerzas haciendo abdominales, pero todavía estás lejos de que tu abdomen luzca firme y liso ¿Por qué? Porque hay una capa de grasa subcutánea por encima que los recubre e impide que se vea un vientre más tonificado y liso. Probablemente, ahí debajo estén los abdominales fuertes de Cristiano Ronaldo, pero no se aprecian… Y aquí, no hay abdominal que te ayude, la fórmula secreta: DIETA EQUILIBRADA+EJERCICIO AERÓBICO.
- No te dejes las lumbares. Si no quieres crear descompensaciones en tu cuerpo, es necesario que, al igual que se trabaja la parte delantera, se ponga atención en la trasera para buscar el equilibrio del cuerpo. Lo ideal es que combines ejercicios para que te resulte más ameno. Además, al estar pendiente de tu respiración, cada repetición puede suponer un nuevo reto. Concéntrate en inhalar al preparar el movimiento y exhalar cuando hagas el esfuerzo.
Espero que a partir de ahora puedas afrontar los ejercicios abdominales con otro espíritu, por lo menos ya sabes que de nada sirve hacer las mil y una series. ¡Mucha suerte y no te olvides de contarnos tu experiencia!