Esta experiencia sensorial procedente de Japón se puede disfrutar en numerosos bosques españoles a través de un relajado paseo.Por GALO MARTÍN APARICIO
Esta ciudad belga está hecha a escala humana. Sus dimensiones la hacen abarcable a paso de peatón y a pedaleo de ciclista. Una forma de vida comprometida con el medio ambiente de la que sus visitantes son partícipes. Por algo es la Capital Vegetariana de Europa.Por GALO MARTÍN APARICIO
Brighton es victoriana, culta, festivalera y desinhibida. A una hora en tren de la capital británica, es el refugio de los londinenses, donde cambiar el estrés por la tranquilidad e, incluso, el traje por el bañador y la toalla.Por GALO MARTÍN APARICIO
Entre el Mediterráneo y los Alpes marítimos. Entre Montecarlo y Cannes. Niza es el epicentro de la exquisita Costa Azul. Una ciudad francesa de sensaciones italianas, en la que se suceden construcciones barrocas, neoclásicas y art déco. Ha seducido a sibaritas, aristócratas venidos a menos, astros del celuloide y artistas. El clima suave, su luz, la playa urbana, el casco antiguo, los mercados, la cocina nizarda, excusas para darse una vuelta por Niza hay muchas. Como estrellas en sus hoteles, en los que se alojaron Matisee, Chagall, Grace Kelly, Dalí y hasta Nietzsche. En la capital de la Riviera francesa cada uno encuentra su sitio. Por GALO MARTÍN APARICIO
Las calles de la fortificada capital de Malta, en la punta de la península del Monte Sceberras, dibujan una cuadrícula salpicada de palacios, templos y jardines de aires renacentistas y barrocos. Si ya con ello daría suficiente para una escapada, mucho más este año, que están desembarcando en ella cientos de artistas internacionales para dar aún más brillo a la que ejerce como Capital Cultural Europea.Por GALO MARTÍN APARICIO
El espacio, la luz y el aire son los pilares de esta ciudad neerlandesa construida con hormigón, acero y cristal. Las ideas, igual que el agua, no faltan. Róterdam exhibe la imagen de una capital arquitectónica, pero también humana. Y nos vamos a descubrirla.Por GALO MARTÍN APARICIO
El país de la cruz de las ocho puntas consta de tres islas: Malta, que da nombre al archipiélago y a la nación, Gozo y Comino. El paisaje de este trío es agreste, seco y arrugado, poblado por lagartijas, chumberas e iglesias. Muchas. Tantas como días tiene un año. Y su rocoso litoral mediterráneo está sesgado por vertiginosos acantilados. Para descubrirlo, mínimo tres días, tiempo suficiente para entender que es un enclave flotante idóneo para cautivar. Por GALO MARTÍN APARICIO