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ELENA DEL AMO
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Con permiso de Nápoles, la capital siciliana se alza –¡qué casualidad!– sobre un amplísimo golfo. Árabes, bizantinos, normandos y hasta españoles dejaron su huella por la barbaridad de palazzos e iglesias de la ciudad, un delirio de lugares que por algunas esquinas parece abocado al derrumbe, pero que enamora sin remedio.Por ELENA DEL AMO El Desierto Occidental ocupa una extensión de 700.000 km2 y esconde dunas, desfiladeros, oasis y unas increíbles esculturas naturales del color de la nieve en su porción más sorprendente.Por ELENA DEL AMO La mejor manera de descubrir las Islas Vírgenes Británicas, un archipiélago al este de Puerto Rico formado por medio centenar de islas, la mayoría deshabitadas, es navegando por sus aguas. Aquí los días se pasan tomando el sol en la cubierta, zambulléndose en este mar transparente entre tortugas gigantes, comiendo langosta en la playa o probando los painkiller del chiringuito que asoma entre las palmeras. No es más plan para ir soñando con él.Por ELENA DEL AMO Zambullirse entre las paredes de las placas tectónicas que separan, o unen, Europa de América es algo insólito. Esta experiencia solo se puede vivir en un lugar en el mundo: Islandia, en las prístinas aguas de la grieta de Silfra, dentro del Parque Nacional de Thingvellir.Por ELENA DEL AMO Si escalar el manto blanco del segundo glaciar de Islandia impresiona, colarse en su interior aún más. Bajo la lengua de hielo del Langjökull se ha horadado un laberinto de túneles por cuyos recovecos es posible asomarse a uno de los fenómenos geológicos que dieron forma a esta isla prodigiosa.Por ELENA DEL AMO Acantilados, bahías, reservas naturales, castillos, pueblos históricos, aldeas de regusto marinero, más de doscientas playas salvajes y desiertas y hasta Cardiff, la animada capital, van saliendo al paso por el Wales Coast Path, que recorre todo el litoral galés. Como te será difícil poder dedicarle los dos meses que harían falta para completarlo, lo mejor será abordarlo por tramos sueltos que, de principio a fin, son un espectáculo.Por ELENA DEL AMO La Strada Regionale 222, la bonita tira de asfalto conocida como la Chiantigiana, que discurre entre Florencia y Siena por los viñedos de los que nace el vino más famoso de Italia, es un destino en sí mismo. Sus apenas 80 kilómetros dan para emborrachar la vista con las colinas tapizadas de cereal, olivos y viñas, los caserones de piedra color miel y las hileras de cipreses que enmarcan la postal más icónica de la campiña toscana.Por ELENA DEL AMO Hermanado con el Camino de Santiago y, al igual que este, Patrimonio de la Humanidad, el Kumano Kodo enlaza entre sus senderos los tres santuarios sintoistas a los que han peregrinado, durante más de un milenio, desde campesinos hasta emperadores.Por ELENA DEL AMO Acantilados, pueblos fortificados, descomunales iglesias y mucha paz en esta «gozosa» y rural islita del archipiélago maltés que, incluso en pleno verano, se las apaña para estar tan tranquila. Ha llegado el momento de descubrirla.Por ELENA DEL AMO Aunque algunos aseguran que este remoto archipiélago de la costa dálmata atesora tantas islas y peñascos como días tiene el año, las cifras oficiales lo dejan en alrededor de 150, de los cuales más de la mitad quedan protegidos dentro de un parque nacional prácticamente deshabitado. Si eres amante de la náutica y de la naturaleza sin trillar no puede haber mejor destino, porque solo se puede explorar en barco o, para los más atrevidos, en kayak.Por ELENA DEL AMO Aquí los niños pueden ir a la playa, explorar castillos, comer pizza todos los días y helados mucho más ricos que los de casa. Los padres disfrutan de las burratas gloriosas que da esta tierra, de la monumentalidad barroca de Lecce, los blancos de Ostuni, de los trulli de Alberobello y los mil y un pueblitos marineros. Es hora de descubrir esta Italia sorprendentemente poco conocida ahora que estrena vuelo directo desde España.Por ELENA DEL AMO La visita a esta próspera ciudad romana sepultada por la lava tras la erupción del Vesubio tiene como plato fuerte los exquisitos frescos que decoran sus villas patricias. Pero el recorrido por su descomunal recinto de ruinas depara más sorpresas y desvela cómo era el día a día en un puerto comercial en el siglo I. ¿Por dónde empezar?Por ELENA DEL AMO Basta conjurar su nombre para intuir la brisa del Índico meciendo las palmeras de una playa simplemente perfecta. Este archipiélago formado por un centenar largo de islas reúne todos los ingredientes para hacer salivar: bosques tropicales, hoteles de un hedonismo casi insultante y arenales como el talco flanqueados por esbeltísimos cocoteros y por rocas de granito tan repulidas por los vientos y los siglos que parecen un decorado.Por ELENA DEL AMO Este archipiélago al noroeste de Cerdeña es un hilván virginal de roquedos a veces desnudos y otras tapizados de tímido monte mediterráneo, pero nunca lejos de unas aguas y unas calas con nada que envidiar a las del trópico. Lo integran siete islas principales –las “siete hermanas”, les dicen–, casi todas deshabitadas y orladas por decenas de islotes entre los que navegar junto a la exclusiva Costa Esmeralda.Por ELENA DEL AMO Como buenos vecinos nos hemos peleado, y hasta nuestra lengua contiene no pocas expresiones que denotan desconfianza. Marruecos intimida, pero solo de entrada. El país es un espectáculo, y su gente te desarma con su amabilidad y su gracia. Si le das la oportunidad, casi seguro que repites.Por ELENA DEL AMO A dos horas y media en coche desde Marrakech, en el Atlántico marroquí, esta ciudad da mucho juego por su espectacular casco viejo, pero también por los alisios que atraen a numerosos surfistas a su costa y la posibilidad de instalarse en alguno de sus riads. Deporte, días de playa a buen precio y todo el exotismo moruno de la antigua y corsaria Mogador.Por ELENA DEL AMO Una tirolina de más de tres kilómetros de recorrido, teleféricos con vistas de ensueño y un catálogo de recorridos senderistas para todos lo públicos son solo algunos de los alicientes de los Dolomitas, unas montañas que le adeudan el nombre a la dolomita y que son Patrimonio de la Unesco.Por ELENA DEL AMO Viajar en el único rompehielos del mundo que lleva viajeros a bordo ya es una insólita experiencia, pero es que además permite sumergirse en las aguas heladas de la Laponia finlandesa rodeados de témpanos de hielo.Por ELENA DEL AMO Volar en tirolina por las copas de los árboles, lanzarse en rafting a través de sus ríos, subir hasta el cráter de un volcán o admirar a las tortugas desovando sobre la playa. Son solo algunas de las aventuras que aguardan en este verdísimo país, uno de los más seguros del continente.Por ELENA DEL AMO Aldeas primorosas, el parque temático más grande de Europa, balnearios con solera y, sobre todo, un entramado verdísimo de bosques de coníferas, lagos glaciares, praderas y granjas son los ingredientes de esta región alemana. Naturaleza y turismo rural, con las mejores facilidades para los niños.Por ELENA DEL AMO Subirlos al Rockefeller Center para avistar Central Park a vista de pájaro antes de hacer un picnic sobre sus praderas. Probar hamburguesas, perritos y helados dignos del Guinness, peregrinar por jugueterías increíbles y admirar desde los dinosaurios del Museo de Historia Natural y los portaviones del Intrepid hasta los escenarios de sus pelis favoritas o el musical de sus sueños.Por ELENA DEL AMO Este remoto archipiélago portugués brinda toda una lección de vulcanología. Aquí lo que apetece es lanzarse a hacer trekkings por cráteres y calderas, que pueden aliñarse con avistamientos de ballenas y playas de lava. Un sueño no solo para los caminantes, pero sobre todo para ellos.Por ELENA DEL AMO El primero, favorito de los fines de semana y los veranos de los neoyorkinos bien, y la península de Cape Cod, el preferido de los bostonianos. Viejos puertos balleneros con primorosas casitas de madera y faros centenarios, naturaleza intacta y algunas de las mejores playas del país aguardan por estos enclaves a un par de horas en coche de Manhattan en los que los millonarios juegan a vivir con sencillez.Por ELENA DEL AMO