Hace veinte años una jovencísima Gwyneth Paltrow se hacía con el Oscar a mejor actriz por su interpretación en Shakespeare in Love. En la gala recogió su estatuilla con un precioso vestido rosa de Ralph Lauren con el que fue una de las mejor vestidas de aquella noche y que dos décadas después se ha convertido en un look icónico. La intérprete se atrevió con una tonalidad que no suele tener un lugar destacado en la alfombra roja pero que este año ha sido una de las tendencias indiscutibles en la red carpet. Repasamos algunos de los conjuntos pink power más llamativos de la gran fiesta del cine.
Julia Roberts, que entregó el premio a mejor película a Green Book, puso el broche final a la gala con un vestido rosa de Elie Saab. Un diseño con escote asimétrico, fruncido en la cintura y bajo con volantes de distinta longitud.