Desde Sídney, Londres... y, por supuesto, Los Ángeles. La 93ª edición de los Premios Oscar no ha tenido precedentes con distintos escenarios e invitados presentes en distintas partes del mundo dadas las restricciones de seguridad debido a la pandemia. Eso sí, no ha faltado su esperada alfombra roja en la que hemos podido disfrutar de fabulosos looks. Desde elecciones muy atrevidas a otras más clásicas, pero siempre recordando que era una noche en la que seducir como una gran estrella del cine. Vestidazos, piezas de deslumbrantes de Alta Joyería... y un guiño a las tendencias del momento han marcado las elecciones de las invitadas a estos esperados galardones. Y, de entre ellas, hubo una actriz que se convirtió en 'princesa', Maria Bakalova.
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Un diseño artesanal con guiño nupcial
Con cuerpo ceñido, marcando el talle y falda acampanada. Tres características que hacían que Maria Bakalova, una de las grandes protagonistas de la noche al estar nominada como mejor actriz de reparto por su papel en Borat, siguiente película documental, se mostrara muy elegante con una silueta princesa infalible que realza y aporta un acabado muy elegante. Además, al optar por el color blanco y géneros como el tul, hacía un guiño nupcial muy de tendencia entre las invitadas más glamurosas. Para conseguir deslumbrar de esta forma tan especial, la estrella búlgara, de 24 años, confió en la tradición artesanal de la casa Louis Vuitton, en cuyos talleres nació este diseño hecho a medida y con detalles artesanales. Proceso de creación que mostramos en exclusiva para ¡HOLA!, junto con los secretos que hacen única esta apuesta.
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Bordados a mano y 100 metros de tul francés
El vestido que Maria Bakalova llevó jugaba a los contrastes al contraponer un cuerpo-joya entallado a una falda voluminosa. Para la parte superior que presentaba un elegante escote en V, se trabajó con satén de seda, que se realzaba con incrustaciones de cristales blancos en diferentes tamaños y cuentas de vidrio plateado. Bordados hechos a mano para los que emplearon 65 horas de confección. Por otro lado, la falda recreaba un elegante volumen al disponer 100 metros de tul francés de tres pesos diferentes, el cual se dispuso con acabado de volantes y en distintas capas creadas artesanalmente.