Penélope Cruz, Antonio Banderas y Pedro Almodóvar, los embajadores por excelencia de España en Hollywood, han llegado a lo grande a la 92ª edición de los Oscar. Veinte años después de Todo sobre mi madre, su película Dolor y gloria opta a mejor película internacional, con Penélope Cruz como encargada de entregar esa estatuilla y Banderas, nominado a mejor actor por su papel de un director de cine en su ocaso, que recuerda a la trayectoria vital y profesional de Almodóvar. A ellos les acabamos de ver cruzar la alfombra roja del Dolby Theatre de Los Ángeles en su gran noche y rodeados de los suyos.
Antonio Banderas ha sido el primero en pisar la alfombra roja. El actor malagueño, feliz y con la tranquilidad de no ser el favorito en su categoría, ha contado con el incondicional apoyo de su hija Stella Banderas, a la que tanta veces ha pedido perdón por sus ausencias debido a su carrera, y su pareja, Nicole Kimpel, la persona que le salvó la vida cuando hace tres años sufrió un ataque al corazón. Las dos no han perdido la ocasión de estar al lado de Antonio en su gran noche, porque gané o no ya es un triunfo estar nominado. Su novia ha deslumbrado con un diseño entallado blanco tipo esmoquin de la misma casa que firmó su propuesta en los premios Goya, Pronovias, mientras que su hija ha optado por un vestido bicolor en rojo y negro, que recuerda al vestido rojo que lució su hermana Dakota Johnson en los Oscar.
La carrera para Banderas hacia el Oscar comenzó el día que se dieron a conocer las nominaciones, ya que por primera vez, el actor malagueño se posicionaba entre los cinco mejores intérpretes del año. El español, que ha sido cinco veces candidato a los Globos de Oro, hasta ahora, nunca había obtenido una nominación al Oscar. Un sueño hecho realidad gracias a su papel de Salvador Mallo en Dolor y Gloria. "Es magnífico, después de vivir 25 años en Hollywood, que me nominen por una película en español, es maravilloso. Almodóvar y yo hemos hecho ocho películas antes, durante 40 años", recordaba el protagonista de Dolor y gloria, que días antes aseguraba que no había preparado discurso, "porque todos sabemos quién va a subir. Voy a sentarme a disfrutar de un espectáculo maravilloso con amigos", decía en referencia a su compañero de categoría Joaquín Phoenix, favorito en las apuestas por su aclamada versión del Joker.
Tanto Antonio como Pedro Almodóvar afrontan "muy tranquilos" la gran gala y pese a ser dos de los grandes protagonistas, se proponen disfrutar a tope de la noche. "Como no creo que vaya a llevarme el Oscar, quiero mandar un saludo a mi pueblo, Calzada de Calatrava", señalaba el cineasta a su llegada a la ceremonia acompañado de su hermano Agustín Almodóvar. "Es la cuarta vez que estoy nominado. Con el tiempo estoy aprendiendo a divertirme más en estas circunstancias que son muy tensas en general, pero a ésta voy más tranquilo que nunca". Y bromeba con sus posibilidades: "Yo me tengo a mí como favorito, de todos modos creo que no lo soy en esta categoría".
Penélope Cruz, con tres nominaciones y un Oscar en su haber, regresa por duodécima vez a la alfombra roja de los Oscar, de la que siempre es una de las reinas indiscutibles de la belleza. Radiante con un vestido negro dos piezas de Chanel adornado con un lazo y una flor de gasa en blanco, la madrileña hizo gala de su elegancia, siendo la española que más veces ha pisado la alfombra roja de los Oscar y la única interprete nacional que ha conseguido una estatuilla, un hito que logró en 2009 en la categoría de mejor actriz de reparto por su papel en la película Vicky Cristina Barcelona, de Woody Allen. Solo ella podría dar a España su minuto de gloria al hacerle entrega del galardón a Pedro, pero al final no ha sido así y Parasitos le ha arrebatado el premio a Dolor y gloria.
"Nos hace ilusión a nosotros porque tenemos buenos recuerdos de la otra vez, que él estaba nominado y yo entregué esa categoría; pero nunca se sabe lo que puede pasar", había confesado Penélope ante el desliz de Pedro Almodóvar que anunció involuntariamente la noche de los Goya que su musa por excelencia entregaría ese premio. En nuestra memoria queda ese momento histórico en el que Penélope no pudo contener su emoción y chilló y saltó mientras pronunciaba el nombre de Pedroooo, ganador del Oscar por Todo sobre mi madre en presencia de Antonio Banderas.
La otra baza española es Klaus, la cinta española de animación dirigida por Sergio Pablos, que optaba al Oscar en la categoría de mejor película de animación y que tampoco vino para España. El director español llegó tranquilo y emocionado al Dolby Theatre acompañado de su esposa y productora del filme, Marisa Román. "No nos hacemos muchas ilusiones, lo que pase, pasará", fueron las primeras palabras de Pablos, mundialmente conocido por ser el creador de la franquicia de éxito Gru, mi villano favorito. Entre sus grandes rivales figuran dos grandes superproducciones como Toy Story 4 y Cómo entrenar a tu dragón 3, además de competir con las cintas ¿Dónde está mi cuerpo? y Mr. Link: El origen perdido. Finalmente las aventuras de Woody y Buzz Lightyear en Toy Story 4 han dejado sin premio a la cinta de Sergio Pablos.