La de los Oscar es una noche para cumplir sueños. Y no solo los sueños de los que reciben los premios, sino también de quienes los entregan. Para Eiza González, poder estar esta noche presentando uno de los galardones ha sido un auténtico deseo cumplido. La actriz -a quien se relaciona con Josh Duhamel- tomó una dura decisión hace cuatro años: mudarse a Los Ángeles persiguiendo su sueño de hacerse un hueco en Hollywood. Por eso no es de extrañar que, cuando supo que era una de las afortunadas que estaría en la gala de los Oscar presentando uno de los premios, apenas pudiera contener las lágrimas. A su llegada a la alfombra roja, Eiza hablaba del orgullo que supone para ella llevar sus raíces latinas a Hollywood y de su emoción ante la gala, una ceremonia que ha disfrutado con una niña... y en la que se ha encargado de poner el acento mexicano.