Dos monstruos han sido los grandes protagonistas de la 90ª edición de los Oscar. El monstruo anfibio de Guillermo del Toro que enamora a una limpiadora muda y a todo el público en La forma del agua, y otro monstruo, humano aunque no lo parezca, cuyo nombre es Harvey Weinstein, acusado de abusos sexuales por casi un centenar de mujeres. La gala por excelencia del cine mundial ha sido predecible y reivindicativa. Si por algo se recordará esta edición será por ser la más mexicana -triunfo de Coco y de la película del director mexicano Guillermo del Toro- y por ser el mejor altavoz para que el método Weinstein se acabe de una vez por todas con los movimientos #TIme's Up y #MeToo.
La forma del agua, del mexicano Guillermo Del Toro, que partía con 13 nominaciones, ha sido la gran triunfadora de la noche al vencer en cuatro categorías: mejor película, mejor dirección, mejor diseño de producción y mejor música original. Warren Beatty y Faye Dunaway, la pareja de Bonnie & Clyde, protagonistas del error garrafal en la pasada edición, fueron los encargados de desvelar el título de mejor película sin titubeos y entre las risas del público. Debido al gran lío que se formó en 2017, como novedad, los sobres de este año tenían visible la categoría para que no hubiera equivocaciones.
Emma Stone, la ganadora de un Oscar por La la Land, pronunció el nombre que todos estaban esperando en el apartado de dirección. Guillermo Del Toro ha hecho historia al ganar el Oscar en su primera candidatura -tercer director mexicano nominado en los últimos cinco años y tercero en ganar un Oscar a la mejor dirección-. El cineasta pronunció un potente discurso sobre los inmigrantes y sobre cómo el cine borrra las fronteras. "Soy un inmigrante, como muchos de ustedes, lo que hace nuestra industria es unir los pueblos del mundo. El lugar en el que más me gusta vivir es Fox, ellos creyeron en una historia de amor entre un dios anfibio y una mujer muda. Quiero dar las gracias a todos los que me han acompañado. Mi madre os da las gracias, mi padre da las gracias, mis hermanos y hermanas y yo os doy las gracias", dijo un eufórico Del Toro.
Para un gran premio como ha sido el Oscar al mejor actor, nada mejor que dos grandes y legendarias actrices como Helen Mirren y Jane Fonda. Cumpliendo todos los pronósticos, le entregaron el premio a Gary Oldman por El instante más oscuro. El actor británico, a punto de cumplir 60 años, había optado al Oscar solo en otra ocasión por El topo. Su papel de Winston Churchill le ha dado el triunfo a este actor, uno de los más versátiles y camaleónicos de su generación. Un premio que arrebató a sus rivales: Denzel Washington, en Roman J. Israel, Esq. Daniel Kaluuya por Dejame salir, Daniel Day-Lewis, con El hilo invisible, y Timothée Chalamet, por Call Me By Your Name. "Mi más profundo agradecimiento a los miembros de la Academia por este premio glorioso, se lo debo a tanta gente... Gracias, hemos tardado solo 20 años en conseguirlo, pero ha merecido la pena esperar. Quiero saludar a Winston Churchill y a mi mujer Gisele por haberme acompañado durante todo este tiempo. Y a mi madre que es más vieja que los Oscar y está viendo la ceremonia desde su casa. Pon la tetera que voy a llevarte el Oscar a casa", concluyó Oldman levantado su premio más esperado.
Gran ovación al discurso de Frances McDormand
Jennifer Lawrence, la reina del patio de butacas por su espontaneidad saltando sobre los sillones en busca de su sitio con copa de vino en mano, también tuvo su momento de gloria sobre el escenario. La oscarizada actriz de El lado bueno de las cosas, se unió a una lesionada Jodie Foster, para hacer entrega del oscar a la mejor actriz. Estas actrices sustituyeron a Casey Affleck, ganador del Oscar por Manchester frente al mar, que declinó su invitación a participar en la gala tras las protestas que recordaron que el intérprete estuvo involucrado en un caso de acoso sexual hace siete años. Fueron estas dos actrices las que le entregaron el premio a Frances McDormand. La consagrada actriz que ya ganó un Oscar por Fargo, lo ha vuelto a hacer por su papel de una madre tenaz y ruda que busca justicia para su hija asesinada en Tres anuncios en las afueras. Todas las quinielas la señalaban a ella como la ganadora y así ha sido, como también lo ha sido su discurso triunfal. "Estoy hiperventilando un poco. Si me caigo al suelo, me vais a tener que recoger. Quiero dar las gracias a todos los que están en este edificio, a mi hermana Dorothie y a mi clan. Estos dos individuos fueron educados por sus madres feministas, -refiriéndose a su marido Joel Cohen y a su hijo Pedro-. Se valoran a sí mismos, valoran a los demás y a los que nos rodean. Sé que estáis orgullosos de mí, y eso me llena de alegría". Y por último se dirigió a Maryl Streep para hacer una gran hazaá que sera recordada por todos: "Meryl, si tú lo haces todas las demás lo harán. ¡Vamos! Quiero que todas las nominadas se pongan de pie. Todos tenemos historias que contar y necesitamos que se financien nuestros proyectos, tenéis que invitarnos a los despachos. Concluyo dejando en el aire dos palabras, inclusión y disposición".
La 90ª edición de los Oscar dio comienzo con un vídeo en blanco y negro sobre los asistentes a la gran noche del cine presentado por el humorista Jimmy Kimmel, que por segundo año consecutivo ha sido el maestro de ceremonias de una gala con pocas sorpresas, reivindicativa y que ha premiado a la gran favorita, La Forma del Agua.
El primer Oscar de la noche fue para otra de las grandes apuestas, Tres anuncios en las afueras. Viola Davis, ganadora de la edición anterior por Fences, hizo entrega del Oscar al mejor actor de reparto que fue a parar a manos de Sam Rockwell. Frances McDormand, la ganadora de todas las quinielas, no pudo ocultar las lágrimas al ver a su compañero de reparto subir al escenario. Este californiano hijo de actores, siempre ha estado ligado a los personajes secundarios, pero si hay un papel por el que saltó a la fama fue por Confesiones de una mente peligrosa. En su discurso de agradecimiento no se olvidó de sus padres, sus grandes inspiradores, tampoco de su gran amigo Philip Seymour Hoffman, fallecido en 2014, y concluyó su discurso dando las gracias a su mujer, la también actriz Leslie Bibb, que no pudo evitar las lágrimas al ver a su marido cumplir su sueño. Sam se enfrentaba a rivales como Willen Dafoe, por The Florida Project, su compañero Woody Harrelson, Tres anuncios en las afueras, Richard Jenkins, La forma del agua, y Christopher Plummer, Todo el dinero del mundo.
No ha habido sorpresas tampoco en la categoría de interpretación femenina. El Oscar a la mejor actriz de reparto ha ido a parar a manos a Alisson Janney, de la que muchos se acordaran por su papel de C.J. Cregg en El ala oeste de la Casa Blanca. “Lo he hecho yo todo sola. Mentira no podría ser más opuesta a lo que ha pasado de verdad. Ha sido un trabajo de todos”,pronunció la intérprete que dio las gracias a todo el equipo de Yo,Tonya.
El premio al mejor maquillaje y peluquería lo entregó Gal Gadot, la bella Wonder Woman, y fue para El instante más oscuro. A continuación la legendaria Eva Marie Saint, de 93 años, subió al escenario para entregar el premio al mejor diseño de vestuario en medio de una gran ovación por parte del público. Recibió un Oscar en 1954 por su debut en La ley del silencio, protagonizada junto a Marlon Brando y al comienzo de su discurso se ha mostrado emocionada por participar este año tras la muerte de su marido, con quien siempre había venido a la gala. “Significa mucho para mi habiendo perdido a mi marido, habéis hecho tanto ruido que seguro que lo ha oído", dijo la intérprete. El Oscar a mejor diseño de vestuario se lo llevó El hilo invisible, de Mark Bridges, segundo Oscar para este diseñador, y primero para la película protagonizada por Daniel Day-Lewis, que ha anunciado su retirada del cine y fue uno de los grandes ausentes de la gala.
El chef José Andrés sobre el escenario
La nota musical de la velada la pusieron los intérpretes de los temas nominados a la mejor canción. La actriz y cantante Keala Settle con el tema This Is Me, de El gran showman, hizo vibrar a todos desde sus asientos. Por su parte, Mary J. Blige, la ganadora de nueve premios Grammy y nominada en esta edición en dos categorías, mejor actriz reparto y mejor canción original, interpretó el tema de Mudbound. Gael García Bernal amenizó la gala junto a Miguel, Natalia Lafourcade con el tema Remember Me de la película Coco, que además de a mejor cancion original, se ha llevado el premio a la mejor película de animación. El matrimonio Lopez, compositores también de Let it be de Frozen, quisieron dedicar a sus hijas presentes entre el público. "¡Viva Latinoamérica!" o "¡Que viva mexico!”, fueron las frases que resonaron en el Teatro Dolby de los que han hecho posible esta película, entre ellas, el actor que pone voz a Miguel, el niño que sólo quiere cantar en la película.
Curioso ha sido el momento que el cocinero asturiano José Andrés ha hecho su aparición sobre el escenario mientras Common y Andra Day cantaban Stand Up for Something, el tema de la película Marshall -una de las canciones nominadas, cuyo título viene a decir ‘da la cara por algo’. Y si a alguien ha querdo ayudar Jose Andrés es a aquellos que más lo necesitan. El cocinero español aprovechó para mostrar la bandera de Puerto Rico, donde lleva meses repartiendo comida para paliar las necesidades de la población tras el huracán María.
Laura Dern, miembro de la Academia de Hollywood, y Greta Gerwig, la quinta mujer en ser nominada en la categoría de dirección por Lady Bird, subieron al escenario para hacer entrega del premio al mejor documental, para Icarus. Netflix, la plataforma de vídeo en streaming, se ha hecho con su primer Oscar :"Las nuevas plataformas están cambiando el panorama de los premios".
La batalla de Dunkerque, del cineasta Christopher Nolan, que relata el impresionante rescate de casi 400.000 soldados de las tropas aliadas de la playas de Dunkerke, Francia, entre el 27 de mayo y el 4 de junio de 1940, dominó en las categorías técnicas con tres premios: mejor montaje, mezcla de sonido y mejor edición sonido.
Memorable ha sido el momento en el que Rita Moreno, ganadora de mejor actriz de reparto por West Side Story, ha subido al escenario del Dolby con el mismo vestido con el que ganó el Oscar en 1962 , ha hecho entrega del Oscar a mejor película de habla no inglesa a la película chilena Una mujer fantástica, de Sebastián Lelio, el drama de una mujer transexual interpretado por la actriz Daniela Vega. La actriz ha sido una de las presentadoras de la noche, sumando diversidad y reivindicación a la gala.
El mejor corto de animación se lo llevo Dear Basketball, protagonizado por Kobe Bryant. La NBA ha hecho historia en los Oscar, ya que por primera vez un jugador de baloncesto se ha llevado un Oscar. “Gracias a mi mujer, Vanesa. Te quiero con todo mi corazón, eres mi inspiración”, ha dicho la leyenda de los Lakers. "Crecí soñando con ganar títulos de la NBA, pero nunca, ni en mis mejores sueños, me imaginé que sería parte de la industria cinematográfica, y mucho menos que pudiera ganar un Oscar", manifestó el deportista.
Uno de los momentos más hilarantes y originales de la velada fue cuando Jimmy Kimmel organizó un grupo, entre los que figuraba Guillermo del Toro, Margot Robbie, Gal Gadot, o Lupita Nyong'o, para abandonar el Dolby Theatre e irse al cine de enfrente e interrumpir la película. "Hola a todos. No sé si sabeís quienes somos. Estáis en directo. Hemos venido a daros las gracias literalmente por ir al cine", dijo el presentador, mientras el público rompía a aplaudir. "Esto es mucho mejor que los Oscar", confesó Gal Gadot, que al igual que el resto de estrellas se dedicó a repartir chuches y perritos calientes entre los asistentes. Antes de dar por concluida su visita, un señor con profusa barba, del norte de California, tuvo el privilegio de anunciar a los siguientes presentadores para que el espectáculo continuase.
Discurso más reivindicativo
Y poco después llegó el discurso más reivindicativo de la noche con Ashley Judd, Annabelle Sciorra y Salma Hayek, tres de las víctimas cuyos relatos han sido de los más impactantes sobre Harvey Weinstein. Recordemos que Hayek, cuyo marido Francois-Henri Pinault también se unió a la causa con el pin Time's Up en la solapa, escribió un artículo sobre cómo fue la tortura a la que le sometió Wenstein. "Nuestas voces se unen en un coro que dice 'Time's up". Os pedimos que os unáis a nosotras para ver a estas pioneras". En ese momento las actrices dieron paso a un vídeo, donde numerosas voces de la industria han clamado por la igualdad y la divesidad, desde la representación femenina a la racial.
Dejame salir ha sido la gran sorpresa. La película de Jordan Peele, que competía como mejor director y guionista, se ha llevado el premio al mejor guión original por esta cinta sobre el rascimo de Estados Unidos. El galardón al mejor guión adaptado recayó en Call me by your name. Con nada menos que 90 años James Ivory se ha convertido en el ganador más veterano de la historia de estos galardones.
Mención especial sobre el decorado del Teatro Dolby, con más de medio millón de cristales de Swarovski, hizo Sandra Bullock, una de las presentadoras de la noche. "Está precioso, pero la iluminación es demasiada", ha dicho mientras pedía menos luz como guiño para presentar la categoría de mejor fotografía, que ha ido a parar a Roger Deakins por Blade Runner 2049. Después de estar trece veces nominado, lo logró Jennifer Garner fue otra de las bellas actrices que causó sensación sobre el escenario con un vestido azul klein de Atalier Versace. La exmujer de Ben Affleck hizo su aparición para presentar uno de los momentos más emotivos de la gala, In Memoriam, en homenaje a todos los fallecidos este año al ritmo de Eddie Vedder cantando Room At The Top de Tom Petty. Es la septima vez que Garner ejerce como presentadora en una gala de los Oscar y lo hizo con el glamour y la elegancia que le caracteriza.
Después de entregar los premios en las categorías principales a Gary Oldman y Frances McDormand, mejor actor y actriz de esta edición, como ya os hemos relatado anteriormente, y del memorable discurso de la protagonista de Tres anuncios en las afueras que puso a las actrices nominadas en pie, Jimmy Kimmel hizo un chiste sobre los dichosos sobres que tanta guerra dieron el año pasado. A pesar del error histórico, los organizadores volvieron a confiar en Warren Beatty y Faye Dunaway. la pareja de Bonnie & Clyde, para volver a presentar el premio más importante de la noche: mejor película. Hay que recordar que pese a que ellos fueron la cara visible, dos de los representantes de la consultora Pricewaterhouse Coopers fueron quienes les entregaron la tarjeta equivocada. Este año, por fortuna, solo ha habido una ganadora y ha sido La forma del agua.
Para concluir la gran noche del cine, ya lo advirtió el presentador al comienzo de la velada , el autor del discurso más corto de la ceremonia se llevó un gran regalo. Helen Mirren fue la encargada de presentar la moto acuática Kawasaki valorada en 15.000 euros y el ganador fue Mark Bridges, premiado con el Oscar al mejor diseño de vestuario por El hilo invisible, que salió al escenario con el codiciado galardón, sin duda en una noche verdaderamente acuática, tras el protagonismo de la gran vencedora, La forma del agua. Y esto ha sido todo en la 90ª edición de los premios de la Academia. ¡Enhorabuena a todos los premiados!