Cada año el árbol es distinto, esa es la esencia del encendido, y este 2023 el centro neoyorquino inauguró un abeto noruego de más de 80, 24 metros de alto, 13 metros de ancho y con un peso de 12 toneladas, proveniente de Vestal, Nueva York.
Kelly Clarkson, la madrina de la gala, desempeñó el rol de presentadora, además de cantante, junto con las Radio City Rockettes en la 91 edición del encendido navideño. Tras un día que marca el comienzo de esta época festiva, todas las miradas van dirigidas a la plaza central.
La estrella tridimensional lleva formando parte de la decoración navideña de Rockefeller desde el año 2004, y es la que corona el abeto. En esta ocasión, cuenta con 70 puntas rodeadas de 3 millones de cristales Swarovski y pesa alrededor de 400 kilos. Fue diseñada por el arquitecto Daniel Libeskind en 2018.
El abeto noruego fue adornado con más de 50.000 luces led que conforman 8 kilómetros de cable y generan una preciosa estampa navideña digna de postal. Las actuaciones que acomañaron el 'show', contaron con el iluminado de colores de los rascacielos vecinos para sumergir por completo al espectador en la época de Santa Claus
El espectáculo congreó a personalidades de la talla de Cher, Darlene Love, Carly Pearce, Rob Thomas, Kelly Clarkson, Manuel Turizo y Radio City Rockettes, entre otros, que animaron a los miles de ciudadanos que se acercaron al reconocido evento haciendo frente a las bajas temperaturas de la ciudad.
El árbol fue cortado el 9 de noviembre en Vestal llegó a la plaza central el 11 del mismo mes tras un viaje de 321 kilómetros. Su presencia obligó a cortar cuatro de las calles más colindantes, pues las previsión de afluencia así lo indicaba.
Los asombrosos rascacielos de la ciudad de los sueños fueron partícipes del espectáculo de iluminación que tuvo lugar entre las 19h y las 21h de la noche. Acompañado de estas maravillosas vistas, el árbol será toda una exhibición para los ciudadanos y visitantes hasta el 13 de enero.
Barry Manilow, otro de los grandes artistas icónicos estadounidense, estuvo presente en un día inolvidable. En todo un centro lleno de luz y color, las canciones de los artistas invitados fueron también aliados del cansancio de los asistentes en pie.
Desde 1933 el Rockefeller Center pone su árbol de forma ininterrumpida, y este año no iba a ser menos. Una vez llegue el día de retirarlo, su madera será donada a la organización sin ánimo de lucro Habitat for Humanity, pues el árbol se encuentra siempre al final de su ciclo vital.