Jorge Javier Vázquez ha decidido sincerarse. Con motivo del lanzamiento de su nuevo libro, Antes del olvido, que considera una carta de amor a Mila Ximénez, el presentador ha confesado que siempre ha tenido una relación conflictiva con el alcohol. Según ha contado, actualmente y por "prescripción facultativa" de su psicóloga, en la que más confía, ha dejado de beber. "Llegó un momento en que ya no me sentaba bien y sentía que no lo controlaba, que me controlaba él", ha compartido en una entrevista con su revista de cabecera, Lecturas.
Los últimos meses han sido complicados para Jorge Javier Vázquez, no solo por la muerte de Mila Ximénez en junio de 2021, sino también por varios sustos en lo que respecta a la salud. Ha tenido que cancelar varias funciones, ha sufrido covid, faringitis, apnea severa a causa de un virus y hasta mal de altura cuando estuvo en Perú. Ahora, ya recuperado se sincera explicando que ha ido a un centro de adicciones por su propio pie para volver a tomar el control de su vida porque, según ha dicho, el alcohol le ha hecho vivir aislado ya que dejaba de ir a ciertos sitios "por miedo a perder los papeles".
"Llevo una vida totalmente de abstemio, he ganado en libertad", ha compartido el presentador, que también ha contado que hacía años que se preguntaba si era o no alcohólico y que su psicóloga le ha confirmado que es adicto. Fue a partir de la muerte de Mila Ximénez cuando se plantó la posibilidad de que tuviera un problema, a pesar de que "nunca" le ha sentado bien el alcohol.
"Me he dado cuenta que, durante un año he estado muerto sentimentalmente, emocionalmente, sin sentir absolutamente nada", contó el presentador en su programa, en Sálvame, acerca de la muerte de su gran amiga el pasado 23 de junio de 2021 a causa de un cáncer. "Me dejó muy trastocado y no pensaba que tanto. La ayuda profesional ha sido fundamental, mi psicóloga me dijo que estaba entrando en una espiral autodestructiva que la preocupaba", añadió, compartiendo que se sentía solo tras el fallecimiento.