Después de 12 años juntos y un hijo en común, Joaquín Prat y Yolanda Bravo decidieron separarse el pasado verano. El presentador ha llevado la ruptura con mucha discreción. No ha querido hacer declaraciones al respecto, tan solo dijo que afrontaba la situación "mirando al futuro". Ahora, en cambio, ha decidido sincerarse sobre uno de los capítulos más difíciles de su vida. "Las cosas a veces no funcionan. Ya me hubiera gustado a mí que funcionaran. Ha sido muy traumático. Pero si se toma esa decisión es porque piensas que es lo mejor para los dos ya para la gente que te rodea", dijo durante su viaje por las Azores con Jesús Calleja. "Son cosas que pasan en la vida, yo no quería, pero te llevas un aprendizaje y lo enfocas al presente y al futuro, y empiezo a sentirme cómodo con esta situación", reconoció.
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Joaquín no estaba casado con Yolanda, por lo que no hay ningún proceso de divorcio abierto. Lo que sí hay entre ambos es un gran cariño y respeto, al igual que el amor que profesan a su hijo, que nació en abril de 2015. "Tengo al príncipe, que adora a mamá, adora a papá y afortunadamente tiene una mamá y un papá que le quieren muchísimo", aseguró.
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Además, el presentador adora a los tres hijos de Yolanda, con los que sigue teniendo contacto a pesar de la separación. "Yo siempre digo que tengo cuatro hijos porque a Nacho y a Gonzalo, que son mellizos, los conocí con cuatro años y Diego tenía siete. Y yo vivía con ellos", señaló. De hecho, contó cómo era actualmente la relación con ellos. "Yo les dije: 'Sé el papel que he jugado en vuestras vidas y ahora os toca a cosotros decidir qué papel queréis que yo siga jugando en las vuestras. Ya sois mayores para decir".
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Para Joaquín la familia es muy importante. "A mí los niños me han dado muchísimo más de lo que yo les he dado a ellos", puntualizó. Así mismo manifestó que Yolanda había sido la única mujer de su vida y que la soledad no elegida no es fácil de gestionar. "Estoy solo. Cuando la soledad no es buscada es más complicado. Cuando es buscada te dejas mecer, acompañar y casi acariciar y cortejar por ella", reflexionó. Con el paso de los meses, el presentador ha sabido adaptarse a su nueva realidad. "Yo siempre he pensado que la vida es para compartirla con otra persona. La soledad me asustaba, pero ahora ya no. Ahora me está empezando a gustar".
El comunicador compagina El programa de Ana Rosa con Cuatro al Día. Entra a la tele a las 11:00 horas y sale a las 21:00 horas. "Entre mi hijo pequeño y mi trabajo me queda poco tiempo", matizó. "Llevo una vida muy alemana en cuestión de horarios. Si el niño está conmigo le llevo al colegio por la mañana, luego voy al gimnasio, me pego una ducha y me voy a currar. Necesito tener una vida muy ordenada, controlada y de sota, caballo y rey", afirmó. Sin embargo, cuando se separó tuvo una temporada un poco complicada. "He tenido un par de meses moviditos, me he despistado un poco, los sábados me despistaba. Salía con los amigos y hacía el tardeo... La discoteca alguna vez que otra".
Joaquín aseguró que su aventura por las Azores estaba siendo muy gratificante. "Necesitaba desconectar un poco. Estoy en un momento de mi vida de muchos cambios, con un desafío profesional muy grande, con un desafío personal todavía mayor, que al final es el que importa, y necesitaba poner un punto y aparte". Desde uno de los enclaves más bellos de la isla, el presentador dijo: "Soy feliz a ratos y aquí estoy siendo muy feliz. Necesitaba esto".