El pasado viernes 29 de abril, un día antes de su enlace en el ex convento Las Vizcaínas de Ciudad de México, Ramón Hermosilla y Karla Covarrubias organizaron una preboda en el antiguo convento Desierto de los Leones, a las afueras de la capital del país azteca, que ninguno de sus amigos españoles se quiso perder.
Allí estaban: desde Marta Ortega, presidenta de Inditex, y su marido, Carlos Torretta, a los hermanos Felipe y Carlos Cortina; Álvaro Falcó e Isabelle Junot, marqueses de Cubas; Alonso Aznar, hijo del expresidente del Gobierno, y su novia, la activista medioambiental Renata Collado; las interioristas Mercedes Peralta y Mercedes Valdenebro, con sus respectivos maridos, Juan Arena y Alfonso Cebrián; Adriana Sainz de Vicuña; Vega Royo-Villanova y Marcelo Berenstein, o Alejandra de Rojas y Beltrán Cavero. Y, por supuesto, toda la familia del novio al completo: de su hermana Silvia, Chivi, que lució un look muy mexicano, a su madre, Silvia Gómez-Cuétara, que acudió con su pareja, Juan Antonio Pérez-Simón.
México es un país al que Ramón Hermosilla y su familia materna están muy unidos. No es de extrañar, ya que este empresario es bisnieto de Florencio Gómez-Cuétara, uno de los fundadores de la galletas María, que hizo fortuna en México al abandonar su Asturias natal. Hoy, sus bisnietos siguen triunfando en México. Es al otro lado del Atlántico donde Ramón pasa buena parte del año y donde firma importantes proyectos inmobiliarios y empresariales, como la empresa Arkeero, donde es socio de Alvaro Falcó. Su hermano Jaime también reside en el país azteca con su esposa, Marta Nicolás, embarazada de su primera hija.