Iñaki Urdangarin ha vuelto a su trabajo en Vitoria, ciudad en la que vive en la actualidad, después de que este miércoles salieran a la luz unas fotografías en las que se le veía dando un paseo por la playa de la mano con una mujer que no era la infanta Cristina. Horas más tarde se supo la identidad de la acompañante de Urdangarin: Ainhoa Armentia, una compañera de trabajo. Después de la revolución que causaron las imágenes y de que, primero se pronunciara su hijo Pablo y más tarde el entorno de la exduquesa de Palma revelara a ¡HOLA! que "ella ya lo sabía", el cuñado de Felipe VI ha llegado al despacho de abogados Imaz&Asociados temprano, a las 8:14 horas, y en bicicleta como hace cada mañana donde se ha pronunciado al respecto. Ante una nube de fotógrafos y periodistas que aguardaban en los aledaños de la oficina, el exdeportista ha dicho: "Las cosas pasan y vamos a gestionarlo de la mejor manera posible". Cuando se le ha preguntado sobre cómo está su familia ha añadido: "Como una dificultad que gestionaremos con la máxima tranquilidad y juntos, como siempre". Casi al mismo tiempo, a las 8:18 horas, con solo cuatro minutos de diferencia, llegaba al despacho Ainhoa que no quiso hacer declaraciones a la entrada.
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Vestido con un anorak azul, bandolera al hombro, Iñaki Urdangarin se ha mostrado tranquilo al responder a los periodistas apostados a la entrada del bufete, mientras aparcaba su bicicleta en la calle. Ainhoa, que vestía un abrigo de piel, también se ha mostrado serena a su llegada al trabajo, al que tampoco acudió este miércoles. En Imaz&Asociados, que está especializado en operaciones mercantiles, tributarias y laborales, Urdangarin desarrolla las funciones de asesor empresarial. Suele acudir antes de las 8:30 horas. Aunque sigue cumpliendo condena por el Caso Nóos, se le permite trabajar y disponer de fines de semana libres porque es un preso catalogado en el tercer grado penitenciario, el régimen de semilibertad.
Por su parte, Ainhoa, que es de Vitoria, se presenta en el perfil de una red social laboral como analista contable. Y en la descripción que hace de sí misma afirma tener "habilidad para enfrentar situaciones de desafío y superación. Alta capacidad de relación, trabajo, entusiasmo y energía. Emprendedora, polivalente y resolutiva".
La última vez que se vio a la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, que se casaron hace 24 años, juntos fue en unas imágenes que se publicaron en exclusiva el pasado 5 de enero en la revista ¡HOLA!. Los exduques de Palma eran fotografiados pasando unos días en Baqueira Beret, en el Pirineo catalán. Acompañados por sus cuatro hijos, la hija de don Juan Carlos y doña Sofía, su marido y sus cuatro hijos volvían a estar juntos y sonrientes en el lugar donde años atrás fueron muy felices. Parecía que la normalidad había vuelto a sus vidas con los beneficios penitenciarios que estaba obteniendo el exjugador de balonmano en los últimos tiempos.
Iñaki Urdangarin, de Atlanta 96 a su regreso a Vitoria
Hace un año, en enero de 2021, el juez concedió a Iñaki Urdangarin el tercer grado y durante todo el año pasado ha ido consiguiendo una serie de ventajas gracias a su buena conducta y al cumplimiento del programa para presos por delitos económicos. Unos meses más tarde, el 1 de marzo, pidió el trasladado a la cárcel alavesa. Comenzó pernoctando en su celda de lunes a jueves para cumplir el resto de la condena en régimen abierto.Puede salir a diario para ir a trabajar al despacho de Vitoria y tener los fines de semana libres. Mientras su esposa ha continuado con su vida en Ginebra (Suiza) donde sigue viviendo en la actualidad con Irene, la hija pequeña del matrimonio de 16 años. Allí trabaja en la Fundación La Caixa, una entidad a la que lleva vinculada desde hace prácticamente tres décadas. En este tiempo, la hermana de don Felipe ha viajado a España en varias ocasiones para encontrarse con Iñaki.
Un día antes de que se pronunciara su marido, el entorno de la infanta Cristina reveló en exclusiva a ¡HOLA! que "ella ya lo sabía" y que "el martes, horas antes de que se publicaran las imágenes, doña Cristina tuvo una conversación telefónica con el Rey Juan Carlos y hablaron del tema", añadieron las mismas fuentes. Ella recibió la noticia en Ginebra. "La Infanta está bien y está tranquila. Sus amigos más cercanos ya han hablado con ella, aunque no responde a la mayoría de las llamadas", aseguran las fuentes consultadas por ¡HOLA!. "Ahora mismo solo le preocupan sus hijos", concluyen desde su entorno.